sábado, 11 de octubre de 2008

9:24 p. m.
Por Gilberto Lima
Y no importa que con gran sabiduría haya escrito el libro de los Proverbios, ni con gran pasión los versículos de Cantar de los Cantares. Tampoco haber sido el rey más sabio, ni haber sido hijo de David, su majestad que aún siendo niño enfrentó al hombre más temible, Goliat de Gath, miembro del ejército de los filisteos, a quien el escritor de los Salmos derribó de sólo una pedrada, según el pasaje bíblico. El hombre más sabio que se haya conocido hasta nuestros días enfrentaría hoy una difícil situación para resolver el caso de las mujeres del conflicto materno en que alegaban ser cada una la madre del mismo niño. Un primer problema se tendría para designar la comisión que se encargaría de buscarlas y traerlas frente al rey, pues todos sabemos cómo hoy, a veces queriendo, a veces sin querer, se protege a personas, a las que todo la señala como autores y/ o autoras de determinados actos ilícitos. He dicho a veces, no siempre, para que no nos vayan a tildar de extremista. Fácilmente que de las dos madres ninguna sea la madre verdadera. Principalmente, si son de aquellas que tiran sus hijos al zafacón o lo lanzan del puente por cualquier dificultad de pareja. Ustedes saben, de esos que llamamos problemas pasionales. Un potencial problema sería también determinar el destino final del niño, que bien podría ser una relación de estériles, de homosexuales o acaso tratarse de un hurto para simplemente ofertarlo en calidad de órganos, al mejor postor. Un inconveniente, de no menor importancia, sería si manos poderosas protegen a la farsante madre; porque suele darse el caso de que sea la verdadera a quien le toque ir a Najayo. Así que sin dudas, el sabio rey, considerado el más dotado de la tierra, hoy estaría en serias dificultades.

0 comentarios: