lunes, 20 de octubre de 2008

9:40 p. m.
Agencia Reforma
FORT LAUDERDALE
, Florida - Es tarde de bingo en el edificio Playa del Mar, donde decenas de parejas de jubilados –la mayoría judíos provenientes de Nueva York y Nueva Jersey-, llegaron en el último mes para pasar, como cada año, el invierno. Pero para Sarah Menkel, de 72 años, esta vez no hay descanso; tiene una misión: convencer a sus compañeros de retiro de que voten por Barack Obama el próximo 4 de noviembre.
"Aquí la gran mayoría somos demócratas; de eso no hay duda. Pero teníamos nuestro corazón con Hillary Clinton, así que a muchos les cuesta todavía apoyar a Obama", señaló a REFORMA esta ex contadora originaria de Trenton, New Jersey, que viste una playera de "Obama ’08" con una leyenda en hebreo debajo, mientras repartía folletos sobre el senador afroamericano de Illinois.
Aunque todos los jubilados le aceptan la propaganda sonriendo, pocos le prestan atención, concentrándose más en el juego que está por comenzar. Es que a estas alturas la información sobre los candidatos abunda, dicen; ahora es simplemente una cuestión de sensibilidad.
"Por una cuestión generacional y de experiencia de vida, yo me siento más identificado con (el candidato republicano) John McCain", apuntó Robert Benhorin, de 78 años, ex gerente de una empresa de cosméticos y veterano de la guerra de Corea.
"Pero mis hijos y nietos me están presionando a que vote por Obama. Y creo que terminaré haciéndolo, porque el estado de la economía es desastroso y en el último mes he visto cómo la mala administración republicana ha puesto en riesgo mi pensión y mis ahorros", agregó con su planilla de bingo en la mano.
Menkel explicó que además de las cicatrices de Hillary todavía abiertas, el mayor obstáculo para los judíos aquí es que muchos piensan que Obama es demasiado cercano al Islam (su padrastro indonesio era musulmán; él es cristiano) y que creen que no tendrá un fuerte compromiso por proteger a Israel.
"Además, seamos sinceros, hay quienes tienen problemas en votar por un negro", reconoció.
Se estima que hay unos 650 mil judíos en Florida, la gran mayoría vive aquí sólo la mitad del año. Representan entre 6 y 8 por ciento del electorado de 10.7 millones y por lo tanto son un grupo importante al que tanto republicanos como demócratas están intentando seducir.
McCain ha enviado regularmente a estas húmedas costas a su gran amigo el senador Joe Lieberman, ex demócrata y ahora independiente, que es además judío ortodoxo. La campaña de Obama, en tanto, lanzó una iniciativa llamada "el gran ’schlep’" (empuje, en hebreo) destinada a que los judíos jóvenes viajen a Florida para influir sobre sus padres y abuelos jubilados.
Sin embargo, el mayor esfuerzo electoral que ha desplegado en Florida el equipo demócrata está destinado a la población afroamericana que, descontenta por los problemas en los centros de votación en el 2000, cuando muchos sufragios de negros fueron descartados por errores, se frustraron y se alejaron de las cuestiones políticas en los comicios de 2004.
La campaña de Obama estima que de los 1.2 millones de afroamericanos registrados para votar, 600 mil no lo hicieron en 2004.
Por eso, los demócratas han invertido casi 40 millones de dólares en publicidad sólo en Florida para incentivar a la gente -especialmente a los negros- a registrarse e ir a las urnas; han instalado en el estado 50 oficinas con un personal de más de 300 personas pagas y un ejército de voluntarios venidos de todo el país.
Además, organizaron conciertos con la estrella del rap/hip-hop Jay Z y el cantante haitiano Wyclef Jean. Y los esfuerzos parecen haber dado resultado: de los 800 mil nuevos votantes registrados en Florida para estas elecciones, 58 por ciento se autodefinió como demócrata, 24 por ciento como republicano, y 18 por ciento como independiente, según la Comisión Electoral estatal.
"Mire, yo tengo 37 años y nunca antes me había molestado en registrarme para votar.
Pero estas elecciones son únicas. Son realmente nuestra oportunidad de hacer escuchar nuestra voz y llevar a uno de los nuestros a la Casa Blanca. Si no nos movilizamos ahora por Obama, después no nos podemos quejar de las injusticias que sufrimos", declaró a REFORMA Eddie Franks, empleado de una gasolinera.
Para el profesor Dan Smith, de la Universidad de Florida en Gainsville, la campaña de Obama tiene grandes posibilidades de ganar el estado porque ha estado involucrada muy de cerca en el proceso de inscripción de votantes y tiene amplias redes de representantes dentro de la comunidad negra.
"En 2000 y 2004, eran principalmente grupos externos los que lideraban la movida. Esta vez, el equipo de campo de Obama ha desarrollado su propio esfuerzo y podrá monitorear a los nuevos votantes con llamadas de teléfono y correo", indicó.



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