lunes, 8 de septiembre de 2008

11:34 p. m.
Por BEN FELLER
Tomado de The Associated Press

WASHINGTON.- El presidente George W. Bush, planea mantener hasta el fin del año básicamente sin cambios la cantidad de tropas estadounidenses en Irak y traerá a casa aproximadamente 8.000 soldados para febrero.
Si la seguridad en Irak continúa mejorando, dijo Bush, "serán posibles reducciones adicionales en la primera mitad del 2009", cuando el próximo presidente estará a cargo de tomar decisiones sobre la guerra.
Las decisiones del presidente equivalen a la que quizá sea su última estrategia de gran envergadura en materia de tropas en la guerra que ha definido su presidencia. El mandatario anunciará el martes los detalles en un discurso, cuyo texto difundió la Casa Blanca por adelantado.
Un batallón de la infantería de marina con aproximadamente 1.000 soldados volverá a casa en noviembre, como estaba programado, y no será reemplazado. Una brigada del ejército de entre 3.500 y 4.000 soldados saldrá de Irak en febrero, y también regresarán a Estados Unidos cerca de 3.400 elementos de fuerzas de apoyo.
La reducción de soldados en Irak, menor en alcance y ritmo de lo que les gustaría a muchos demócratas en el Congreso, da a los militares cierta flexibilidad para alternar fuerzas con el fin de que también combatan en Afganistán.
"Aquí la razón fundamental: Aunque el enemigo en Irak aún es peligroso, hemos tomado la ofensiva, y las fuerzas iraquíes son cada vez más capaces de conducir y ganar la lucha", señaló Bush.
El presidente argumentó que Irak está en mejor posición en casi cualquier aspecto. Dijo que la violencia está en su punto más bajo desde la primavera del 2004, que "la vida normal está regresando a sus comunidades en todo el país" y la reconciliación política está avanzando.
El presidente advirtió que el progreso sigue siendo frágil y podría revertirse, pero agregó que su principal comandante y su más alto diplomático en Irak le aseguran que los avances logrados allá tienen ahora algo de solidez.
El énfasis sobre el progreso y mejoramiento contradice el hecho de que su anuncio probablemente será desalentador para muchos que querían -e incluso esperaban- un retiro de tropas mayor y más pronto.
En ningún punto admite Bush esto, y en lugar de ello subraya su anuncio como una "reducción adicional de fuerza".
La guerra en Irak ha desgastado el espíritu del país durante el segundo período de Bush en el cargo, y el curso futuro del conflicto es un punto importante de división entre los hombres que quieren reemplazarlo: el republicano John McCain y el demócrata Barack Obama.

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