domingo, 27 de julio de 2008

7:12 a. m.
LOS ANGELES.- (Tomado de Reuters).- Mary White es una madre soltera que trabajaba como vendedora hasta que el banco la desalojó de la casa que alquilaba.

Arrojada a la calle con sus seis hijos perdió su trabajo y su depósito y ahora está más dispuesta que nunca a votar en las elecciones presidenciales de noviembre. "Mi situación me hace querer mucho más ir a votar," dijo.


"Quiero decir que esto no debería pasarle a la gente en Estados Unidos, estoy muy enojada e indignada," añadió.


White, de 42 años, es una de las muchas personas pobres que desean emitir su voto en un año electoral dominado por los problemas económicos y la profunda crisis inmobiliaria.


El Gobierno de Estados Unidos estima que más de 400.000 personas en todo el país duermen en refugios cada noche, y muchas más viven en las calles, debajo de puentes o autos estacionados.


Organizaciones de defensa dice que unos 3,5 millones de estadounidenses no tendrán un techo donde dormir en algún momento del año.


Mientras el número de desalojos superó la cifra de dos millones el año pasado, las organizaciones que ofrecen viviendas de emergencia dicen que están recibiendo cada vez más llamados de familias que se encuentran sin techo en su lucha por pagar hipotecas, alquileres y cuentas.


Aunque no existen cifras específicas, grupos de apoyo dicen que muchas personas que han perdido sus hogares están particularmente motivadas para votar esta vez, porque sienten que tienen más cosas en juego.


"Las personas sin techo y con bajos ingresos tienen una energía que nunca antes vi," dijo Michael Stoops, director ejecutivo de la National Coalition of the Homeless.


SIGUIENDO LOS TEMAS IMPORTANTES


Mientras la crisis inmobiliaria y la inseguridad económica forman un escenario sombrío para las elecciones de noviembre, tanto el aspirante demócrata Barack Obama como su rival republicano, John McCain, planearon políticas para ayudar a los más perjudicados.


Obama prometió ayudar a las casi 37 millones de personas que viven por debajo de la línea de la pobreza, con medidas que incluyen aumentar el salario mínimo -sujeto a la inflación-, exenciones de impuestos para familias y un mayor acceso a viviendas.


McCain hizo campaña en los "lugares olvidados" del sur del país en abril, con propuestas para las minorías y los pobres, como incentivos empresariales para áreas con altos niveles de desempleo y cupones de viviendas para personas sin techo.


Las personas que no tienen hogar, de las cuales más de un tercio son familias con hijos, dependen del Gobierno y organizaciones sin fines de lucro. Para ellos, es fundamental el resultado de las elecciones presidenciales del 4 de noviembre, dicen grupos de apoyo.


Entre los que siguen la campaña se encuentra Shera Greenwich, madre de dos hijos que vive en un refugio administrado por el Henry St. Settlement, en Nueva York.


Mientras espera para mudarse a un departamento subsidiado, dice que los temas que más le interesan son la seguridad económica y la obtención de un sistema de salud de calidad y que planea votar al Partido Demócrata.


"Veo muchos cambios en el futuro si Obama es electo presidente," dijo. "Pienso que puede encaminar a Estados Unidos."

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