miércoles, 12 de noviembre de 2008

11:38 a. m.
La casa materna de la familia Pimentel Muñoz en la ciudad de San Cristóbal estaba ubicada en el centro de un corto tramo de la calle Restauración (hoy Manuel María Seijas) comprendido entre la avenida Constitución y la calle Padre Ayala.
Cuando se salía de nuestro hogar hacia al Oeste, tan solo con una vivienda de por medio, la acera nos conducía a una casa de bloques que tenía cara a la céntrica avenida Constitución y en la que vivían tres hombres extranjeros que los muchachos del sector llamamos “los húngaros”. Los ocupantes de esa casa (a pocos metros de la cual, cruzando la importante avenida, estaban el edificio de correos y la escuela pública Juan Pablo Pina), eran empleados de la Armería que el dictador Rafael L. Trujillo Molina hizo construir en San Cristóbal en 1947. Esos individuos, que llamaban la atención por su estatura, color blanco e idioma extraño que hablaban, constituyeron –a mediados del segundo lustro de la década del 50- mi primer contacto (indirecto obviamente) con la Armería. Todos los veíamos llegar desde la Armería e incluso –como yo era muchacho de menos de diez años- me mandaban a un colmado de la esquina con Padre Ayala a comprar cigarrillos y otras cosas y me daban una propina de centavos que encontraba muy generosa. Con el paso de los años fui conociendo, aunque de lejos, a muchos otros “húngaros” (a todos los extranjeros que trabajaban en la Armería los llamábamos “húngaros) que vivían en una amplia zona de varias cuadras contigua a la sede del complejo industrial-militar, esto es en la zona Norte de San Cristóbal. Y, como era natural, a medida que iba creciendo fui conociendo y oyendo más de esa fábrica de armas, de la que fueron trabajadores un tío y un hermano míos y muchos, cientos, sancristobalenses. Recuerdo que como mi casa estaba ubicada a menos de 500 metros de ella, se escuchaba todo el día los tiroteos frutos de las pruebas de armas que se efectuaban dentro de lo que era un real recinto militar, con una serie de talleres dentro. Y no puedo borrar de mi mente la gran cantidad de trabajadores que salía a las 4 de la tarde, al concluir la jornada diaria, lo que ponía en evidencia el impacto económico del centro laboral en la comunidad. No puedo olvidar tampoco las muchas noticias que, siendo ya reportero del periódico El Caribe, redacté entre 1966 y 1970 exponiendo la situación de la Armería, que a la muerte de Trujillo en 1961 entró en declive y unos años después fue cerrada. La Armería, sin haber entrado nunca en ella, es una de las cosas más llamativas que conocimos en nuestra niñez y adolescencia, que transcurrió en el entonces apacible y pequeño poblado de San Cristóbal. UN LIBRO De ahí que cuando en el año 2000 leí en un diario de circulación nacional –creo que HOY- acerca de la edición de un libro que trataba sobre la Armería, me apresuré a buscarlo en la principal librería de la capital y a leerlo. Lo hice con interés y conocí muchos datos interesantes y desconocidos para mi, sobre los orígenes del complejo y su funcionamiento. Pero me pregunté inmediatamente: quién será este hombre, con el nombre raro de Domingo Lilón, que se ha interesado en hacer una investigación tan ardua para producir esta obra ?. Y cuestioné, además: por qué no se ha hecho un acto bien publicitado de puesta en circulación y, sobre todo, por qué no se ha promocionado más la salida del libro ? No pude obtener respuestas con nadie. (La contraportada da indicios, sin embargo, de que Lilón reside en Hungría) Dos o tres veces, del 2000 hacia acá, he releído el libro, cuyo nombre correcto es “Armas y poder: los húngaros y la Armería de San Cristóbal” e incluso lo he regalado a dos amigos. Cada vez he quedado satisfecho de la investigación, datos recogidos, redacción y explicación que da el autor. (La Armería funcionó con la importante colaboración de un buen número de emigrados húngaros, procedentes muchos de ellos del Ejército Real, desaparecido tras la Segunda Guerra Mundial. La fábrica contribuyó notablemente al desarrollo de la industria dominicana y se convirtió en poco tiempo en una significativa proveedora de armamento a otros países. Durante la década de los cincuenta fue llevada a su máximo esplendor por Alexander Kovács, de nacionalidad húngara, quien fungía como director general, a la orden de Trujillo y llegó a ostentar el rango de general del Ejército). (Aunque los húngaros predominaban en el complejo industrial, había europeos de otras nacionalidades. Varios años después de la caída del régimen trujillista, cuando ya éramos jovencitos, los muchachos de mi barrio descubrimos que los tres hombres que vivían solos cerca de mi casa y que llamábamos “los húngaros” (Hermann, Erick y Klim), eran realmente alemanes. Siempre nos hemos preguntado si estuvieron involucrados en la guerra alemana en tiempos de Hitler. Tenemos entendido que los tres han muerto ya). CONTACTO CON LILON Hace algunos días, sorpresivamente, logré hacer contacto con el desconocido autor del libro “Armas y poder: los húngaros y la Armería de San Cristóbal”. Y lo hice gracias a la magia del Internet, estando yo en Santo Domingo y él en Hungría. Ocurrió que escribí en
ALMOMENTO.NET un articulo titulado “Tareas pendientes en el San Cristóbal de hoy”, en el que plantee una serie de cosas pendientes de realizar en esta comunidad, en la que no vivimos desde 1979, pero la cual visitamos todos los domingos. Sugerí, entre otras cosas, la edición de libros y folletos sobre una serie de temas específicos puramente sancristoberos. En ese sentido, escribí: “Tiene San Cristóbal destacados intelectuales, la mayoría residentes en Santo Domingo, y hay en el seno de esta comunidad jóvenes con inquietudes y con buen nivel cultural que pueden emprender una de las tareas pendientes más importantes: la investigación y la producción de folletos, reportajes o pequeños libros sobre asuntos locales de profundo valor. Qué temas tienen madera para ser puesto en blanco y negro ?: ”La historia de la hacienda Fundación. Una historia de la armería con una visión más localista (ya existe un libro, escrito por Domingo Lilón, que hace un enfoque generalizado de la armería. Se requiere, por tanto, de un enfoque desde el punto de vista sancristobero).”. Sin estarlo esperando, Lilón leyó en Hungría el artículo de este diario digital y rápidamente se unió a los que emitieron comentarios. Y así se produjo el contacto con el autor de este artículo. POR QUE LO ESCRIBIO ? Lilón, nacido en 1963, tiene un Master en Derecho Internacional por la Universidad Estatal de Kiev, Ucrania, que obtuvo en 1988, y un Doctorado en Historia Europea Contemporánea que logró en 1999 en la Universidad Janus Pannonius, de Pécs, Hungría. Tan pronto hicimos contacto con él, tratamos de aclarar algunas cosas: -Cómo supo del periódico digital ?.-“Descubrí el periódico digital tras la búsqueda de una información sobre un ensayo que había escrito con anterioridad, cuyos datos buscaba y no tenía a mano. Escribí mi nombre en Internet donde encontré la alusión que me hacía en ALMOMENTO.NET. Grande fue mi asombro al ver citado mi nombre en el post del periódico”. -Quién es usted y por qué se interesó en el tema de la Armería?-“Domingo Lilón es un dominicano de origen chino (de allí el apellido, aunque el original sea Sang), quien tras cursar estudios en Kiev, Ucrania, se trasladó a Hungría por, entre otras, una razón muy sencilla: se enamoró de una húngara, Erika, con quien procreó tres hijos. El interés sobre la Armería proviene también del hecho de que el tema combina mis dos países: RD donde nací y Hungría que me acogió. Y la Armería fue instalada y dirigida por los húngaros. El hecho de vivir en la República Dominicana y Hungría fue lo que me motivó para la investigación sobre La Armería. Ya con anterioridad había leído y escuchado sobre la participación de los húngaros en La Armería, así que cuando tuve que escribir mi tesis doctoral ya contaba con el tema de investigación.”. -Cuál es su profesión u ocupación. Sobre qué ha escrito ?.-“Yo empecé estudios de Derecho en la UASD (1979-1982). Luego seguí los estudios en Kiev, Ucrania, donde terminé Derecho Internacional (MA) y en Hungría terminé mi doctorado (PhD) en Historia Europea Contemporánea. Desde 1989 soy profesor titular en la Universidad de Pécs, donde imparto cursos de historia, ciencias políticas y relaciones internacionales sobre América Latina, región sobre la que he publicado varios artículos y ensayos referentes a temas tales como migración, sistemas políticos, relaciones internacionales, etc. Ahora estoy escribiendo un libro sobre América Latina desde la "guerra fría" hasta nuestros días”. ”.-Le tomó mucho trabajo escribir el libro ?. -“Esta investigación me costó varios viajes a Santo Domingo para trabajar en el Archivo de la Nación. Entre 1995-1998 viajé cada año en verano para trabajar allí. Durante esa época, el director era Ramón A. Font Bernard (Q.E.P.D.), quien además de honrarme con sus amenas charlas me ofreció todo tipo de facilidades. A él le estaré siempre agradecido. En 1999 terminé de redactar el libro. Durante la redacción contacté a varios dominicanos que tuvieron alguna relación con La Armería. Pero la gran mayoría no quiso dar información alguna, no por ignorancia alguna, sino por evitar ser comprometido con el régimen. Para mí fue una sorpresa, porque yo pensaba que esa etapa la habíamos superado, máxime que por medio de un gran amigo, militar él, dicté una conferencia en la Academia Militar. Desde la publicación del libro, en el 2000, no he regresado al país. No sé por qué razón. Tal vez porque parte de mi familia me ha visitado en Hungría, tal vez porque carezca de un tema para investigar allí. Pero ya he retomado la línea de investigación sobre un tema dominicano, el cual pienso iniciar el próximo año 2009. Y entonces tengo planeado una visita al país en verano”.
-Ha vivido en San Cristóbal? -“Yo no he vivido en San Cristóbal, pero tengo una relación muy cercana con ella por la amistad (hermandad) que tengo con Carlos Isabel Díaz, de Repuestos Carlitos, y, naturalmente, por los innumerables viajes que hice para conocer in situ sobre lo que más tarde escribiría”. -Hay dominicanos en Hungría? - “Creo que soy el único. No éramos muchos antes tampoco, pero la mayoría se retiró a RD, a los EE UU o ha emigrado a España. Yo me quedé por varias razones: aquí he hecho mi vida, he fundado una familia, tengo mis amigos, mi trabajo, que me gusta mucho, y, en general, me siento muy bien”.TEMAS DEL LIBRO El tema principal del libro se centra en la participación húngara en la Armería. Pero ofrece variada información de interés para los que escudriñan la historia. Es valioso sobre todo para los sancristobalenses. Está a la venta en diversas librerías de Santo Domingo, entre ellas Librería Cuesta.
Pimentelmunoz_jose@hotmail.com

0 comentarios: