jueves, 30 de octubre de 2008

12:15 p. m.
Muchos de los soldados que participaron en los combates con las milicias chiítas en Irak entre el 2004 y el 2005 han regresado también con graves problemas de oído.
Cientos de veteranos británicos de Afganistán regresaron del frente de batalla con graves problemas de sordera debido al fragor de los combates, según informó el diario londinense The Times.
Aproximadamente uno de cada 10 soldados de uno de los regimientos que sirven en Afganistán padece defectos auditivos que le impedirán volver otra vez a primera línea de fuego y afectarán también a sus posibilidades de encontrar trabajo en la vida civil.
Muchos de los soldados que participaron en los combates con las milicias chiítas en Irak entre el 2004 y el 2005 han regresado también con graves problemas de oído.
En Afganistán, las bombas colocadas junto a las carreteras, los violentos choques con los talibanes y el estallido de las bombas pesadas que arroja la aviación aliada reventaron los tímpanos de muchos soldados.
Según se informó, 37 de los 411 soldados adscritos al regimiento de los Grenadier Guards padecen graves problemas auditivos, y casi 240 del batallón de los Royal Anglians, que pasaron seis meses en Afganistán sufren defectos de ese tipo. También se vieron afectados muchos de los soldados del Mercian Regiment y algunos miembros de la Royal Marine.
Según el Ministerio de Defensa, a todos los soldados se les proporcionan tapones y protectores para los oídos, pero, a diferencia de lo que ocurre con las tropas estadounidenses, en el Ejército británico no se cumplen rigurosamente las instrucciones pertinentes salvo en los helicópteros.
El Instituto Nacional para los Sordos lanzó mientras tanto una campaña destinada a mejorar la protección de los oídos de los miembros de las Fuerzas Armadas.

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