jueves, 9 de octubre de 2008

11:01 a. m.



Y una de las razones por las cuales McCain no ganó es por su actitud cuando está frente a Obama. No hay necesidad de ser experto en la conducta humana para darse cuenta que McCain muestra un claro sentido de superioridad, de desprecio sobre Obama. Una actitud de ver de menos a su contrincante, o incluso de no verlo –no lo hizo en el primer debate y el martes prefirió mirar a la libreta de apuntes antes que mirar a Obama.


Por Carlos Rajo
Artículo de Opinión
Tomado de AOL noticias.

Mi primera conclusión inmediatamente después del debate del pasado martes en la noche, fue de que Barack Obama había ganado por un pequeño margen. Nada extraordinario, sino apenas un tanto superior a un John McCain que a mi juicio había perdido puntos con su actitud y comentarios despectivos hacia su ciertamente más joven contrincante.


Vaya sorpresa la que me llevo, cuando me entero ahora, que según las diferentes encuestas posteriores al debate que hicieron las cadenas televisoras y otros medios, es Obama quien es declarado ganador por amplio margen.


CNN por ejemplo, reporta que reunió para ver el debate, y luego entrevistó, a un grupo de votantes indecisos en Ohio –uno de los estados que McCain está obligado a ganar para llegar a la presidencia- quienes vieron ganar a Obama por 54% contra 30% de McCain.


NBC reunió a otro grupo de votantes también indecisos (es decir que no están seguros por quién votarán) en este caso en el estado de Pennsylvania, quienes igualmente se inclinaron por Obama 60 a 40% (y hay varias otras encuestas con resultados similares).

Para los televidentes. Obama fue mejor tanto en la forma como en el fondo. En la forma, porque se mostró más presidenciable, más respetuoso de su contrincante y en más cercano contacto con el público.


En el contenido, porque tuvo propuestas que responden más a lo que en este momento son las preocupaciones, anhelos y por qué no decirlo, temores del público.


No quiero entrar en detalle de las propuestas y todo lo que dijo cada candidato, ya que en esencia no hubo nada nuevo. Cualquiera que a estas alturas haya seguido la campaña presidencial sabe lo que Obama y McCain proponen. Básicamente, dos visiones distintas de país.


La de Obama más liberal (ej. más Impuestos a los ricos) y la de McCain más conservadora (ej. menos impuestos a los ricos).


Mejor será hablar de las condiciones previas o alrededor del debate y de algunas cosas que pasaron durante el mismo.


Hablar por ejemplo, de que McCain estaba obligado a ganar el debate.


Hasta hoy la dinámica o "la narrativa" de la campaña ha sido de que Obama cada día se adelanta en las encuestas y que la gente le tiene más confianza que a su rival McCain en el tratamiento de los asuntos económicos o financieros.McCain entonces estaba contra la pared.


El candidato republicano tenía que ganar por nocaut si era posible. Y como no ganó, sino que incluso perdió si aceptamos lo que dicen los encuestados, la elección sigue igual: con Obama adelante por seis u ocho puntos, según quien haga la encuesta.


Y una de las razones por las cuales McCain no ganó, es por su actitud cuando está frente a Obama.


No hay necesidad de ser experto en la conducta humana para darse cuenta que McCain muestra un claro sentido de superioridad, de desprecio sobre Obama. Una actitud de ver de menos a su contrincante, o incluso de no verlo –no lo hizo en el primer debate y el martes prefirió mirar a la libreta de apuntes antes que mirar a Obama.


Hubo un momento memorable en el debate del martes –que según algunos será como se recordará este debate- en el que McCain se refiere a Obama como "that one", que en español sería algo así como "este" o "ese".


Una expresión que mostró la rudeza y mala leche de McCain. El candidato republicano parece olvidar que Obama llegó a donde está por su capacidad y talento y en representación de millones de votantes.


McCain parece no entender que Obama tiene tanto derecho como él a estar en el lugar donde está.


Que así como uno es el candidato republicano por derecho propio, el otro es el demócrata por igual derecho. Y que uno puede no estar de acuerdo con el adversario pero que siempre se le debe guardar respeto.


En fin, en esencia nada cambió con el debate, y McCain sigue atrás en las encuestas.


A menos de un mes para la elección, habrá que esperar que los republicanos lanzarán todo el lodo posible atacando a Obama e intentando generar miedo entre los votantes.


Y es que no les queda más. En términos de propuestas de gobierno y quien luce más presidenciable la gente ya dio su veredicto: no quieren saber nada más de Bush/McCain.

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