viernes, 18 de julio de 2008

1:29 p. m.
Al hablar este viernes en la sesión especial de las Naciones Unidas que discute la crisis mundial de energía y alimentaria, el Canciller Carlos Morales Troncoso, señaló el sentido de emergencia que tiene la situación, y advirtió que “no estamos para jugar al tiempo, ni dedicarnos al inútil ejercicio de identificar culpables, ni para hacernos los sordos, ni mirar para otro lado”.

Hizo referencia al informe más reciente presentado a la Asamblea General por el Grupo Especial de Trabajo de Alto Nivel que preside el secretario general de la organización, Ban Ki Moon, y dijo que las dimensiones de la crisis alimentaria que allí figuran revelan el dramatismo de las dificultades.

Morales Troncoso centró su discurso en la exposición, ante las naciones del mundo, de la iniciativa recién presentada por el Presidente Leonel Fernández y asumida luego por el Sistema de Integración Centroamericana (SICA), para que las naciones productoras de petróleo auxilien a los países que son importadores netos del crudo con la creación de un Fondo Global de Solidaridad Petrolera.

Los discursos introductorios de la sesión fueron los del presidente de la Asamblea General, Srgjan Kerin, y del secretario general. El Canciller Morales Troncoso tuvo el segundo turno entre los 48 oradores registrados.

Cuando habló de la crisis alimentaria, afirmó que “con 854 millones de personas sub-alimentadas, y otros 100 millones que pueden ser empujados hacia la pobreza y el hambre, esta crisis tiene ya un claro tono de emergencia mundial”.

“Economías maniatadas, miles de millones de personas sin acceso a suficientes alimentos, tensiones políticas y sociales, son una combinación explosiva para nuestros países y para el mundo”, aseguró el Canciller.

Hizo hincapié en el hecho de que las dificultades “no podrán tener una solución duradera con medidas que se tomen internamente”, y a continuación indicó que “las causas que las producen están fuera de nuestro control, y algunas de ellas están asociadas a procesos especulativos cuya regulación no depende de nuestros gobiernos”.

Se refería al señalamiento del Presidente Fernández en el sentido de que el alza constante de los precios del petróleo en los mercados internacionales están asociados a actividades de especulación bursátil en los mercados de futuros, donde inversionistas ansiosos de ganancias rápidas compran y venden una producción de crudo que no existe físicamente.

“Es una situación que demanda una solución colectiva, y que requiere de una dosis justa de cooperación y de solidaridad internacional”, dijo el Canciller, y llamó la atención de todos los presentes indicando que “no pasará mucho tiempo para que seamos testigos de que todos nos convertiremos, de una forma u otra, en damnificados de la situación”.

Sus énfasis fueron dramáticos. “A unos les faltará dinero. A otros les faltarán alimentos. A otros les faltará petróleo. Se pueden desplomar las economías. Las tensiones políticas se exacerbarán. La migración ilegal masiva se hará indetenible. La gobernabilidad democrática se hará precaria o desaparecerá. Y el mundo puede hacerse invisible”, dijo.

Su apreciación fue que “estamos en una verdadera situación de emergencia”.

El Canciller Morales Troncoso refirió que el Presidente Fernández ha propuesto que las naciones con ingresos per cápita anual de alrededor de $6,000 dólares o menos, que sean, al mismo tiempo, importadoras netas de petróleo, constituyan un Bloque Unitario “y encaminemos una petición de solidaridad ante los países exportadores de petróleo”.

La petición consiste en que les devuelvan en aportes concesionales, préstamos blandos pagaderos a largo plazo y de inversiones directas la misma suma que ha representado para cada uno el impacto del aumento de precio del crudo durante los últimos doce meses.

“La lucha que estamos invitando a emprender no es de poder ni de dominio. Es una lucha por la justicia y por el derecho de nuestros pueblos a una vida digna, en paz y en libertad”, concluyó el Canciller.

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