WASHINGTON. 9 Jul, 2016.- El director para América de Human Rights Watch
(HRW), José Miguel Vivanco, considera que el Gobierno de Venezuela tiene una
actitud "criminal" al negar la existencia de una crisis humanitaria
en el país e "impedir" la cooperación internacional.
"Negar
que existe una crisis humanitaria, que no hay alimentos ni medicinas básicos, e
impedir así la cooperación internacional para paliarla me parece que representa
una actitud del Gobierno de Venezuela que yo francamente calificaría de
criminal", afirmó Vivanco en una entrevista con Efe en Washington.
HRW,
una de las voces internacionales más críticas con el Gobierno de Nicolás
Maduro, presentará en los próximos días un informe sobre su última misión en
Venezuela, en la que los investigadores visitaron ocho estados del país.
"Comprobamos
los abusos que sufre el ciudadano de a pie, el que hace las colas, el que
protesta porque después de largas horas no hay pañales, no hay harina, no hay
café. Hemos visitado hospitales", explica Vivanco.
"Hay
-prosigue- una tremenda carencia de alimentos básicos y medicinas y el Gobierno
se resiste a aceptar esa crisis, que es muy profunda, lo hemos podido comprobar
sobre el terreno, y frente a esta negativa del Gobierno es imposible cooperar,
ayudar a Venezuela por parte de órganos especializados en temas de medicinas y
alimentación".
"Organismos
como la Organización Panamericana de la Salud (OPS) tienen mecanismos de ayuda,
también podría llegar ayuda de Europa, de agencias internacionales o privadas
de Estados Unidos y de América Latina, pero es imposible que puedan hacer
llegar esa ayuda si el Gobierno venezolano, con una actitud ciega y
recalcitrante, lo impide y lo niega", agrega.
Esa
actitud de "negación", que Vivanco atribuye al "fanatismo
ideológico" del Gobierno de Maduro, se extiende, a su juicio, más allá de
la crisis humanitaria.
"Niegan
los abusos, la tortura, la persecución, la censura que existe en Venezuela, la
enorme concentración de poder, la falta de respeto por el Estado de derecho, de
la división de poderes", señala el abogado.
Con
todos estos elementos, Vivanco considera que "no hay un caso más grave que
el de Venezuela" en todo el continente.
"Es
un país gobernado por un régimen que actúa de manera no democrática y
autoritaria, gran parte del gabinete son militares en ejercicio o retiro. El
discurso y las políticas son en general antidemocráticas", indica.
"Persiguen
-continúa- a los líderes de la oposición y utilizan para eso el sistema
judicial, fabrican cargos, cuentan con jueces dóciles, la Corte Suprema desde
hace años es un apéndice del Ejecutivo que valida las decisiones políticas y
así han logrado neutralizar la Asamblea legislativa".
"Persiguen
constantemente a los medios de comunicación independientes, que cada vez hay
menos, hay presos políticos, qué duda cabe, pero también decenas de otras
personas, estudiantes por ejemplo, en detención arbitraria", añade.
Pese
a la "gravedad de la crisis" venezolana, Vivanco reconoce que
"es un tema que ha costado colocar sobre la mesa" a nivel
internacional debido "a la resistencia y bloqueo de Maduro para
impedirlo".
"Venezuela
ha contado con simpatías ideológicas de muchos Estados latinoamericanos pero
esto ha ido cambiando, como en el caso de los nuevos Gobiernos de Argentina y
Brasil, y también porque el matonaje basado en el enorme poderío económico de
Venezuela hoy es prácticamente invisible por la crisis financiera que atraviesa
y la caída de los precios del petróleo", explica.
En
su opinión, el Gobierno venezolano está hoy "evidentemente más aislado y
en desprestigio" y el presidente Maduro se está "quedando cada vez
más solo".
Vivanco
es uno de los grandes defensores de la actuación del secretario general de la
Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, en la crisis venezolana
y considera que lo que el Gobierno de Maduro necesita "es una presión
clara por parte de la comunidad internacional dentro de la Carta
Democrática" de esta entidad.
"Ahora
todas las posibilidades de un menú bastante amplio (el proceso de la Carta
incluye desde una misión de mediación hasta la suspensión del país del ente)
están a disposición de los Estados miembros", recuerda.
"Si
el régimen y el tribunal electoral (el Consejo Nacional Electoral), integrado
abrumadoramente por incondicionales del régimen, continúan las tácticas
dilatorias para impedir que se lleve a cabo el referendo revocatorio este año,
si no hay fecha para que los venezolanos ejerzan este derecho, serán razones
suficientes para retomar las discusiones en la OEA dentro de la Carta
Democrática", concluye.
José
Miguel Vivanco, director para América de Human Rights Watch.
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