CARACAS. Venezuela.-
Las fuerzas de seguridad de Venezuela lanzaron este jueves gases lacrimógenos
para detener el paso de cientos de manifestantes que protestaban por la
escasez de alimentos al grito de “queremos comida”, a pocas cuadras del
Palacio Presidencial.
Policías y militares impidieron que los manifestantes, que
reclamaban por las fallas en la distribución de alimentos en supermercados cercanos, se
mantuvieran en la avenida que conduce al Palacio de Miraflores, una zona
habitualmente pro oficialista, explicaron testigos.
Mientras la gente reclamaba en las calles, se inició una
marcha de indígenas que fue recibida en la tarde del martes en el Palacio de
Miraflores por el presidente Nicolás Maduro, cuya popularidad está en mínimos
por la grave situación de Venezuela, que enfrenta una inflación de tres
dígitos, recesión económica y escasez de bienes de primera necesidad.
La repentina protesta, inusual en la zona por la fuerte
presencia de seguridad, ocurrió luego que centenares de personas, que
aguardaban por largas horas en enormes filas frente a tiendas, no pudieron
conseguir productos.
“Estoy aquí desde las ocho de la mañana. No hay más comida
en los abastos y supermercados”, dijo una señora que se reservó su nombre ante
las cámaras de un canal local. “Estamos pasando hambre, estamos cansados”,
agregó.
Varios periodistas denunciaron que, en medio de la caótica
protesta donde los manifestantes gritaban “queremos comida”, grupos se
acercaron al lugar y les quitaron a mano armada sus celulares y cámaras.
El alcalde de la zona, Jorge Rodríguez, responsabilizó a
grupos de oposición por los hechos violentos en el centro de la ciudad y afirmó
en la televisora estatal VTV que la situación había sido controlada por las
fuerzas policiales.
El gobierno socialista de Maduro ha denunciado ser víctima
de una “guerra económica” de opositores y empresarios para reducir el
suministro de productos básicos y así incrementar el descontento de
la población, con el fin de desbancarlo.
“Todos los días salen ellos con grupos violentos a tratar
de buscar violencia en la calle, todos los días. Y todos los días el pueblo los
rechaza, los expulsa”, dijo Maduro en un discurso durante el evento con grupos
indígenas.
La oposición niega las acusaciones y acusa a Maduro de ser
el principal responsable de la crisis económica que azota al
país miembro de la OPEP, que se ha agudizado por el derrumbe de los precios del
crudo.
“Sabemos que este mes ha sido muy crítico (por la
escasez), ha sido el mes más bajo en oferta de productos y por eso la angustia
de la familia”, reconoció el jueves el vicepresidente económico, Miguel Pérez,
en una entrevista a una radio local.
“Pero nosotros le garantizamos que en las próximas semanas
esa tendencia va a mejorar”, añadió.
El secretario general de la Organización de Estados
Americanos (OEA), Luis Almagro, solicitó el martes una votación del
organismo para determinar si en Venezuela hay una alteración del orden
constitucional que afecte la democracia.
Pié: Fuerzas de seguridad, dispersan a macanazos y lacrimógenas al pueblo que está pidiendo comida en las calles.
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