A pesar de que su talento es historia añeja, fue
preciso que transcurrieran 31 años para que se reconociera su aptitud en
un campo que lleva entretenimiento en estos lares donde también los aventajados
en este oficio llevan su música a otra parte para animar con el complemento del
acordeón inventado hace 187 años en Viena donde ocho años más
tarde fue perfeccionado.
Fue así como Manuela Josefa Taveras,
conocida en todos los paralelos por el mote de Fefita
la Grande por sus entretenidos merengues sustentados en el acordeón logró, ¡
por fin!, ser reconocida con el Gran Soberano.
Empecé a ver el espectáculo donde la que me pareció más
divertida fue Cheddy García, por su espontaneidad y jocosa
para entretener a los asistentes a la premiación y a quienes lo seguían
por la pantalla chica.
La hora avanzaba y no ví por ningún lugar el nombre de
Fefita, asumí que tampoco ahora la tomarían en cuenta por lo que me fui
a dormir. A las cuatro de la mañana, al acceder a mi PC para enterarme de
los acontecimientos locales y foráneos, lo primero que ví fue la noticia sobre
el reconocimiento a esta dama del merengue.
Y, lo anterior, admito que me alegró muchísimo y
recordó el refrán de que más vale tarde que nunca. Me alegré por Fefita y a
pesar de que no le conozco en persona la valoro por su esfuerzo a través
de su música que se extiende a la internacionalidad para alegrar a todos.
El 24 de marzo del año pasado escribí que Fefita la Grande
era la acordeonista femenina dominicana más conocida por su atípica forma de
hacer gozar a quienes le ven a través de la pantalla chica o en un gran salón
desbordante de energía haciendo vibrar con las piezas de su género típico.
Además que desde pequeña era obvio su talento
“compensado” cuando tenía 12 años de edad y José Arismendi Trujillo (Petán),
hermano del dictador Rafael Leónidas Trujillo Molina, le regaló RD$100.00 luego
de escucharla.
Refería además, que en el lapso de 1985 hasta el 2014 esa
premiación había beneficiado a 79 personas, incluidos nacionales y extranjeros.
Se trataba de 61 caballeros y 18 damas, grupo en el que solo había 5
dominicanas galardonadas y 13 extranjeras.
El año pasado también dije a Fefita que no rogara,
debido a que ella es merecedora de todos los galardones que puedan
existir. Por fin, la Asociación de Cronistas de Arte (ACROARTE) se
honra con este justo reconocimiento.
Al margen de los reconocimientos, Fefita siempre será
la Grande. Loor por ella, por Fefita.
Autora: Cándida Figuereo, periodista de Santo Domingo.
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