DISTRITO NACIONAL. República
Dominicana.- El juez de Instrucción Especial de la Corte de
Apelación del Distrito Nacional, Antonio Sánchez Mejía, dispuso esta madrugada
que la suspendida jueza Awilda Reyes Beltré y el renunciante juez Francisco
Arias Valera guarden prisión domiciliara, en vez de prisión preventiva,
argumentando “que no se demostró que pertenezcan a una red criminal”.
Ambos jueces permanecerán bajo
vigilancia del Ministerio Público, que los acusa de prevaricación y soborno.
Para su decisión, el juez Sánchez
Mejía acogió un pedimento de los abogados de los imputados, Carlos Balcácer y
Harold Echavarría. También tomó en consideración que cuando se les impuso
medida de coerción de tres meses de prisión en la cárcel de Najayo, los jueces
estaban acusados de lavado de activos, pero este cargo fue excluido
posteriormente en la acusación.
Actualmente, Reyes Beltré está
suspendida de sus funciones y Arias Valera renunció.
En la audiencia, Reyes Beltré
dijo al Tribunal que es la más interesada en que se conozca el fondo del caso,
porque sólo así se sabrá la verdad, ya que a su juicio, el Ministerio Público
no se tomó la molestia de investigar qué fue lo que pasó, y que el hecho de que
decidió no renunciar a su condición de jueza es una muestra de que no tiene interés
en sustraerse del proceso.
El Ministerio Público, a través
de la Procuraduría Especializada de Persecución de la Corrupción Administrativa
(Pepca), acusa a la suspendida jueza de soborno, asociación de malhechores y
prevaricación por alegadamente recibir de Arias Valera RD$350 mil para dejar en
libertad al regidor por Pedro Brand, Erickson de los Santos Solís, acusado de
sicariato. Además, se le atribuye actuar a favor de imputados en otros casos de
narcotráfico y sicariato.
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