BERLÍN (AFP) — Haití, Venezuela y Ecuador, recibieron las peores notas en corrupción del conjunto de América Latina, mientras que las mejores correspondieron a Chile y Uruguay, en el informe 2008 de la organización no gubernamental (ONG) Transparencia Internacional, publicado este martes.
Entre los 180 países analizados, Haití, ocupó el lugar 177, con una calificación de 1,4, seguido por Venezuela (158), Ecuador (151), Paraguay (138), Nicaragua (134), Honduras (126) y Argentina (109).
Dinamarca, Suecia y Nueva Zelanda, fueron los mejor clasificados, con 9,3 puntos sobre 10. Estados Unidos ocupó el lugar 18, con Japón y Bélgica, al obtener 7,3 puntos en la clasificación.
Chile y Uruguay, ocuparon el puesto 23, con 6,9 puntos, y España y Portugal los lugares 28 y 32, respectivamente, con 6,5 y 6,1 puntos.
Venezuela fue calificada con 1,9 puntos sobre 10, seguida por Ecuador (2,0), Paraguay (2,4), Nicaragua (2,5), Honduras (2,6) y Argentina (2,9), entre los países con menos transparencia en materia de corrupción.
Entre los más corruptos en el palmarés figuraron, Somalia en el último lugar, seguidos por Birmania, Irak y Haití.
La corrupción en los países pobres es una verdadera "catástrofe humanitaria" que mata, advirtió la ONG. "En los países más pobres, la corrupción puede ser una cuestión de vida o muerte, por ejemplo cuando está en juego el dinero para los hospitales o el agua potable", señaló la presidenta, Huguette Labelle, en un comunicado publicado en Berlín. "La persistencia de altos niveles de corrupción y de pobreza que afectan a numerosos países en el mundo entero es comparable a una catástrofe humanitaria permanente y no debe ser tolerada", advirtió.
Desde 1995, esta ONG publica anualmente "un índice de percepción de la corrupción" que clasifica a 180 países en función de los análisis de un grupo internacional de empresarios, expertos y universitarios. Este índice va desde 10 para un Estado considerado "limpio" a cero para un Estado considerado "corrupto".
Los mejores de la clase de los "limpios" son Dinamarca, Suecia y Nueva Zelanda, cada uno con un índice de 9,3 puntos, seguidos por Singapur, con 9,2.
Sean ricos o pobres los países, la lucha contra la corrupción necesita un buen funcionamiento de las instituciones gubernamentales y las de la sociedad civil, afirmó Transparencia.
Les países pobres son con frecuencia afectados por una justicia corrupta y un sistema parlamentario ineficaz. Los países acomodados sufren de escasas regulaciones del sector privado y de falta de control de las instituciones y transacciones financieras, según TI.
"Luchar contra la corrupción requiere un control fuerte por medio de los parlamentos, de las fuerzas de ejecución de la ley, los medios de prensa independientes y una sociedad civil dinámica", considera Labelle. "Cuando esas instituciones son débiles, la espiral de la corrupción escapa a todo control con horribles consecuencias para el pueblo, y generalmente para la justicia y el respeto de la igualdad", destacó.
En los países pobres, la corrupción amenaza la realización de los Objetivos del Milenio para el Desarrollo (OMD) que se fijaron las Naciones Unidas de aquí a 2015, y puede aumentar la factura en 35.000 millones de euros, según los cálculos de la organización.
La ONG espera que los países donantes -que se reúnen (hoy), 25 de septiembre en Nueva York al margen de la Asamblea General de la ONU- doblen su ayuda para reforzar las instituciones en los países pobres.
miércoles, 24 de septiembre de 2008
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