SANTIAGO. Chile.- En la primera Cumbre de Defensa del bloque se apoyó la creación de un sistema de producción y distribución de armas, impulsada por la comitiva brasileña. Además, se acordó fortalecer las operaciones de paz y de asistencia por desastres naturalesLa Unión Sudamericana de Naciones (Unasur) aprobó este martes en Chile iniciar una vasta e inédita cooperación en defensa, pero sin zanjar las diferencias entre sus miembros y con señales múltiples a los liderazgos de Brasil, Venezuela y Estados Unidos en la región.
Los gobiernos, reunidos en torno a la I Cumbre de Defensa del bloque, optaron por fortalecer tanto operaciones conjuntas de paz como también para encarar desastres naturales, acciones consideradas clave para contrastar las capacidades operativas de los países.
Sin embargo, una decisión inesperada fue el apoyo a la idea impulsada por Brasil de crear un sistema subcontinental de producción y distribución de armas.
El propio ministro de Defensa brasileño, Nelson Jobim, dijo que su país posee una gran industria militar, pero que es "necesario desarrollarla en el continente", postulado que recibió apoyos de Ecuador, Bolivia y Colombia.
Incluso el ministro de Defensa ecuatoriano, Javier Ponce, opinó que el "desafío fundamental" de la región es "dejar de depender absolutamente de mercados tradicionales", desarrollando "una industria militar regional".
Venezuela, que mantiene un amplio plan de cooperación militar con Rusia, y que desea expandir a la región, matizó el interés de los países sudamericanos en la iniciativa y la viabilidad de la misma.
"Primero tenemos que hacer diagnósticos y evaluación de las capacidades", matizó el vicepresidente de Venezuela, Ramón Carrízalez.
La declaración final de hecho pidió a los países miembros del bloque identificar "capacidades y áreas de asociación estratégicas" en este ámbito.
Sin embargo, la diplomacia brasileña fue clara en descartar que la inédita estrategia de cooperación sudamericana conduzca a la creación de una "OTAN del Sur", con un ejército común.
"No hay ninguna pretensión en ese sentido", dijo Jobim. A su juicio, además de la cooperación militar, el objetivo del Consejo de Defensa Sudamericano es ser "un foro de debate para la administración del consenso y también del disenso".
La posición de Brasil fue apoyada por el ministro de Defensa colombiano, Juan Manuel Santos, quien dijo que el Consejo de Defensa Sudamericano "no es contra nadie", descartando un enfrentamiento con Estados Unidos.
Sobre lo mismo, la ministra de Defensa de Argentina, Nilda Garré, agregó que la idea es constituir "una doctrina común y ámbitos adecuados para resolver los distintos problemas que tiene la región".
Sin embargo, pese a las declaraciones, los ministros no lograron avanzar hacia una homologación de gastos militares.
La declaración de Santiago sólo habló de "compartir y dar transparencia a la información sobre gastos e indicadores económicos de la defensa".
También fue inicial el consenso alcanzado en torno a cómo debe reaccionar el bloque ante amenazas a la paz y seguridad.
El texto final sólo comprometió "proponer el establecimiento de un mecanismo de consulta, información y evaluación inmediata ante situaciones de riesgo para la paz de nuestras naciones".
En síntesis, los acuerdos alcanzados, aunque fortalecen la autonomía política de la región, sólo abrieron el camino a definiciones de fondo.
Además la declaración final evitó confrontar los intereses de la Casa Blanca en la zona, que la semana pasada envió al jefe del Estado Mayor Conjunto Mike Mullen, de visita por Brasil, Chile y Colombia.
No obstante, liderados por Brasil, los gobiernos de Argentina, Chile, Uruguay, Bolivia y Ecuador plantearon a la prensa que la posibilidad de un mayor acercamiento de Estados Unidos a Sudamérica pasa por que ese país resuelva el bloqueo a Cuba.
"Es importante cambiar la política a Cuba", sinceró Jobim ante una consulta de DPA sobre la posibilidad de que Estados Unidos ingrese como observador al Consejo de Defensa Sudamericano, como también pidió Rusia.
Jobim incluso reveló que la situación fue explicitada a las autoridades militares y de Defensa de Estados Unidos. "Yo se los dije", resumió.
De esta forma, el Consejo de Defensa Sudamericano otorgó una voz inicial y común al subcontinente, ratificando el liderazgo brasileño y advirtiendo a Estados Unidos que la región está dispuesta a dialogar, pero desde sus intereses.
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