POR ROBERTO BRITO
El Partido Reformista Social Cristiano (PRSC) luce cada vez más disminuido, agotado y en declive después alcanzar la más baja votación de toda su historia en las pasadas elecciones, de apenas un 4.5 por ciento.
La situación de esa fuerza política es cada vez más grave y delicada, a niveles que la crisis surgida en los últimos días y que mantiene enfrentado a sus principales figuras, podría degenerar en una estampida peor que la ocurrida meses antes de los pasados comicios cuando una gran cantidad de dirigentes en todo el país decidió abandonar ese partido para respaldar la reelección del presidente Leonel Fernández.
Para muchos una nueva división del PRSC sería la certificación del acta de defunción de ese partido, porque entienden que difícilmente esta organización pueda resistir otro desprendimiento de dirigentes y cuadros políticos importantes.
Sin embargo, gente más optimista, tanto dentro como fuera del partido, cree que el reformismo todavía puede recomponerse y recuperar su espacio electoral mediante un proceso de reunificación que aglutine a todos los reformistas, y ven en el ingeniero Carlos Morales Troncoso la tabla de salvación del PRSC.
Pero entienden que para lograrse esa reunificación debe producirse primero una especie de consenso entre todos los grupos para que haya una elección sin trauma de las nuevas autoridades que encabezaría Morales Troncoso, si es que logran convencerlo de que acepte esa posición dirigencial.
De todos modos, es casi seguro que harían hasta lo imposible para convencerlo, conscientes de que el Canciller de la República reúne las cualidades políticas y humanas para llenar el vacío de liderazgo que afecta a esa organización.
El Partido Reformista Social Cristiano (PRSC) luce cada vez más disminuido, agotado y en declive después alcanzar la más baja votación de toda su historia en las pasadas elecciones, de apenas un 4.5 por ciento.
La situación de esa fuerza política es cada vez más grave y delicada, a niveles que la crisis surgida en los últimos días y que mantiene enfrentado a sus principales figuras, podría degenerar en una estampida peor que la ocurrida meses antes de los pasados comicios cuando una gran cantidad de dirigentes en todo el país decidió abandonar ese partido para respaldar la reelección del presidente Leonel Fernández.
Para muchos una nueva división del PRSC sería la certificación del acta de defunción de ese partido, porque entienden que difícilmente esta organización pueda resistir otro desprendimiento de dirigentes y cuadros políticos importantes.
Sin embargo, gente más optimista, tanto dentro como fuera del partido, cree que el reformismo todavía puede recomponerse y recuperar su espacio electoral mediante un proceso de reunificación que aglutine a todos los reformistas, y ven en el ingeniero Carlos Morales Troncoso la tabla de salvación del PRSC.
Pero entienden que para lograrse esa reunificación debe producirse primero una especie de consenso entre todos los grupos para que haya una elección sin trauma de las nuevas autoridades que encabezaría Morales Troncoso, si es que logran convencerlo de que acepte esa posición dirigencial.
De todos modos, es casi seguro que harían hasta lo imposible para convencerlo, conscientes de que el Canciller de la República reúne las cualidades políticas y humanas para llenar el vacío de liderazgo que afecta a esa organización.
Afirman que se trata de un político que goza de mucho respeto y simpatía en los diferentes sectores de la sociedad dominicana, lo que terminaría con la desconfianza y los cuestionamientos que hace mucha gente a la dirigencia reformista por su forma obsoleta de hacer política, lo que se ha reflejado en los resultados electorales de las últimas elecciones.
La mayoría de los reformistas aseguran que Morales Troncoso cree en la renovación de los mensajes, la imagen y el liderazgo del PRSC para volver a ganar su espacio en el electorado nacional.
Dicen, asimismo, que es un político que está en la capacidad de llevar a cabo un efectivo trabajo de relanzamiento de esa formación política porque trabajará por la unidad de todos los balagueristas sin resentimientos ni mirando batallas pasadas.
Además, es un referente para todos los reformistas porque es un empresario y político exitoso que fue dos veces Vicepresidente del presidente Joaquín Balaguer y ha ocupado múltiples funciones en la administración pública que ha desempeñado con mucha altura y responsabilidad.
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