Me ha puesto en guardia, el artículo de Miguel Guerrero de
fecha 8 julio de 2016 titulado "Con el Debido Respeto". En esa
publicación el renombrado periodista informa de los aprestos proselitistas de
Hipólito Mejía y Leonel Fernández con miras al próximo certamen presidencial a
realizarse en mayo de 2020. Esta posibilidad -según la propia confesión
del periodista Guerrero- le ha resultado a él aterradora, por igual, a mi
también y al casi cien por ciento de los perremeistas con los que he conversado
sobre este tema, incluyendo a los sindicados como simpatizantes de Mejía, que
dicho sea de paso, en este tiempo, por motivos muy específicos, ya ese
"líder" no les inspira tanta confianza y simpatía como antes.
A la denuncia de Miguel Guerrero hay que ponerle atención,
puesto que es un periodista bien informado y no dado a inventar
acontecimientos. Días después de la denuncia de Guerrero, Hipólito se
presenta en Miami declarando que se descarta como candidato presidencial para
el 2020, recalcando, que esas aspiraciones se las dejará a las nuevas
generaciones, específicamente a su hija Carolina y a su nieto. Note
el lector, que para nada mencionó a Luis Abinader, quien es aceptado por las
grandes mayorías como el candidato natural del Partido para el año 2020.
Como ya conocemos a los políticos nuestros, cuyas palabras
no valen un comino, no damos crédito a lo que dicen ellos, sino, a sus
acciones. Son los casos de Danilo y del mismo Hipólito, cuando cada
uno en su tiempo, rabiosamente se opusieron a la reelección presidencial,
mientras ambos, a contrapelo de sus declaraciones, trabajaban solapadamente
para la misma.
Esta misma táctica de la mentira y el engaño es la que
está usando nueva vez Hipólito con sus declaraciones respecto a que no tiene
aspiraciones presidenciales para el 2020, porque él, sí las tiene; prueba de
ello es, que anda reclutando para su equipo, a todos los dirigentes del Partido
a nivel nacional e internacional, cosa que no guarda relación ni
correspondencia, con su anunciada decisión de retirarse para dedicarse a
sembrar y a cuidar de sus gallinas.
En esta oportunidad en Miami, Hipólito declaró ser un gran
crítico- de los según él- pequeños dictadores que quieren erigirse en algunos
de los países del hemisferio. Se refiere implícitamente a Daniel Ortega,
Evo Morales, Rafael Correa y al Presidente Nicolás Maduro, para también,
implícitamente, defender a los neoliberales vendidos a Washington. Esto
lo dice nada más y nada menos, Hipólito Mejía, a quien, si las circunstancias y
el tiempo se lo hubieran permitido, se hubiese aferrado al poder más que
Trujillo.
Entre los motivos específicos, para la desconfianza
aludida hacia Mejía, por los tenidos como sus seguidores, (hoy en posición
dubitativa y hasta de rechazo), cuentan las actuaciones y simpatías demostradas
por Mejía hacia Medina en las últimas elecciones. ¿A qué líder opositor
se le ocurre participar en una campaña electoral, tirando la toalla antes de
echar la pelea?: "Si Medina es el candidato me voy para Gurabo", y
peor aún, no irse para Gurabo después de ser Medina el candidato, sino quedarse
en el Partido para dar espaldarazos a Medina: "Medina es un hombre
humilde; es trabajador; lo está haciendo bien. Los agricultores
dominicanos y el país, tienen que agradecerle a Danilo lo que éste está
haciendo por el campo"; etc., y más etc.
En estas reflexiones, vale traer al tapete un pasado de
derrotas electorales que no debieron de darse, una vez por la desmedida
ambición de Mejía (intento de reelección en 2004), y otra, en el 2012, por sus
tremendismos verbales, pese a los cuales se ganaron las elecciones, pero que no
supo defender ni negociar la imposición de un fraude, por ejemplo, logrando por
lo menos, un cambio de la JCE y la aprobación de la Ley de Partidos.
En la carrera política de Mejía, nadie recuerda que él
haya tenido un discurso y unas acciones de luchas sociales a favor de su
pueblo. Nunca se lo vio protestar contra el nefasto contrato otorgado a
la Barrick Gold, por su protegido Leonel Fernández. Jamás se le vio
sumarse a las voces que rechazaron las privatizaciones, principalmente las
realizadas con la venta vil de nuestras empresas estratégicas. Nadie vio
a Mejía, hacer causa común, con los que se opusieron al saqueo de las tierras
del CEA, y a los muchos contratos lesivos al interés nacional.
Nadie vio a Mejía integrando una marcha de las muchas que hizo el pueblo para
lograr el 4% para la educación. No hay registros que testimonien, que
Mejía acompañó o apoyó a los obreros en sus luchas reivindicativas para mejor
salario y condiciones de trabajo, ni que acompañó a los médicos,
enfermeras y maestros, en las muchas jornadas que hicieron, para
también obtener mejoras de salarios y de los servicios que prestan cada
uno de ellos. Pero tampoco, a Mejía se le vio en las protestas contra el
establecimiento de la cementera en los Haitises, ni en una de las muchas
marchas que se hicieron para impedir la depredación de Loma Miranda, al
contrario, todos recordarán, que apoyó públicamente ese proyecto de
explotación, que como sabemos, si lo permitimos, será un puro saqueo y para
destrucción de ese gran reservorio de agua. Nadie ha oído en los
"discursos de Mejía" hablar de opresores y oprimidos, de
reivindicaciones sociales, de combatir los tantos males presentes en la
sociedad dominicana como son las obscenas desigualdades entre las clases.
Nadie ha oído a Mejía discursear sobre democracia social y derechos humanos, ni
pronunciarse contra el neoliberalismo, ni contra los grandes males que afectan
al mundo globalizado de hoy, ni proponer siquiera, un proyecto de nación. Nadie
lo ha visto empinarse para defender a los de abajo, con verbo revolucionario o
humanista; en cambio, si hay registros de expresiones suyas, burlándose de los
padecimientos de la gente más humilde de nuestro pueblo. En este capítulo
curricular de Mejía, tampoco ha de soslayarse, "su proeza" de manejar
la quiebra del Baninter, echando sobre los hombros de los más desposeídos dicha
quiebra, tan solo para beneficiar a los más pudientes de la nación.
Decenas de años pasarán de sacrificios inauditos para los más pobres, antes que
esta deuda sea saldada, cosa que se pudo evitar, con la venta de los activos y
otras medidas que evitasen además, que el dólar se disparase, tal como
aconteció. Para mas, en los próximos meses, comenzaremos a sentir y ver
los catastróficos resultados, que para el país tendrá el tratado el mal
llamado, "Tratado de Libre Comercio, DR-CAFTA, cuando los productos
agropecuarios, principalmente los norteamericanos, comiencen a entrar al país
libres de impuestos arancelarios. Miles de productores agropecuarios irán
a la quiebra tal como ha sucedido ya en otros países, en razón de la entrada en
vigencia de este famoso tratado; otra de las "proezas nacionalistas y
proyankis" de Mejía.
En este análisis, para fines de crítica ilustrativa, no
debemos pasar por alto, que Mejía, por comisión u omisión, de buena o mala fe,
por ignorancia o falta de sabiduría, por ingenuidad o exceso de tigueraje, por
incapacidad o por sabiondo, por sus inclinaciones a vicios burgueses, por
querer o sin querer queriendo, o por lo que sea, condujo al glorioso PRD a la
derrota y a la podredumbre. Da pena y dolor decirlo, pero Mejía, junto a
Miguel Vargas, Peggy Cabral, los hijos de Peña Gómez, del tal Fiquito Vásquez,
Fello Suberví y otros tantos, fueron los que finalmente destruyeron al
PRD; y ahora si nos descuidamos, también destruirá al PRM. Y lo
destruirá, porque él bien sabe, que eso de él ser de nuevo presidente por el
PRM o por el Partido que sea, es más que un imposible. Siendo así, entonces
¿por qué anda en aprestos proselitistas con miras al 2020, en vez de retirarse
a la vida privada, como le correspondería, si fuera un hombre sensato?
Mejía bien sabe, que su incursión en esta ocasión en la
política, solo alimentará una vez más la división del PRM, cosa que a Danilo
Medina le facilitaría su proyecto de permanencia en el poder más allá del
2020. En este contexto se pierde de vista, que Luis Abinader es percibido
como el candidato natural del Partido; por lo que su solapada acción proselitista
con miras al 2020, viene a ser un sabotaje calculado con premeditación y
alevosía para hacer el mayor daño a las grandes posibilidades de una
candidatura, que como la de Luis Abinader, ya tiene profundas raíces en las
entrañas de nuestro pueblo.
Sabemos, que nuestros líderes políticos, la mayoría de las
veces, son falsos lideres, puesto que participan en la política para hacerse de
poder y dinero; las páginas de la historia están ahí testimoniando ese
hecho. La mayoría de ellos, ya estén en el gobierno o en la oposición, en
un ayer fueron unos desarrapados, pero hoy, en contraste con esa pobreza, son
grandes potentados a costa del quehacer político. Por tal razón, es
lógico pensar, que los más de 500 millones de pesos que recibirá el PRM de la
JCE, sea el motivo especial para que el grupo que constituye la plana mayor de
Mejía, se muestre interesada por el control del Partido, en detrimento de la
existencia misma de esta institución, aglutinadora de lo mejor del primigenio
PRD.
El negativo record de Mejía, unido a la pérdida
de las pasadas elecciones del 2015, en las cuales su rol de líder, dejó muchas
incógnitas, más su avanzada edad y pensamiento ideológico, hoy, más desfasado
que nunca, son factores que descalifican a Mejía y a quienquiera que
ostente ese currículo, para proyectarse hacia el futuro, tal como él pretende,
al menos que no sea para su propio beneficio y el de los suyos, pues para
nuestro pueblo, sería un desastre mas, pero en esta ocasión, mucho más
agravado.
Muchos de mis lectores recordarán, que me opuse
rotundamente a que el "compañero Hipólito Mejía" fuera aspirante a
presidente en las elecciones pasadas. Escribí largo y tendido sobre este
tema. Muchos tendrán aún en sus mentes los problemas que por intolerancia
y ceguera política me causaron aquellos artículos. En esta ocasión, como
en aquella, vuelvo a aclarar, que no es un asunto personal contra Mejía, sino,
que es un asunto meramente político, como debe ser, puesto que así actuamos,
los que les servimos a la patria, no a un hombre, a o grupos privilegiados, o a
élites sociales.
Muchos me cuestionarán el porqué, estos planteamientos no
los hago en privado, siguiendo el decir popular de lavar los trapos sucios en
nuestra casa. ¡Eso me encantaría!; pero, ¿cómo hacerlo con un hombre que
presta más atención a individuos como Pepe Goico y Milo Jiménez –epd-, y que
destaca con orgulloso su amistad y relaciones comerciales con la familia
Beauchamps Javier, que recibe en su casa con honores al nieto de Trujillo el
cual vive proclamando que su abuelo fue una gran ser humano. ¿Cómo
hacerlo alguien como yo, sin poder económico, con un hombre que solo se codea y
escucha a los banqueros y a la gente de poder?
En esta oportunidad, ha de recordarse los muchos artículos
que escribí al "compañero Hipólito" invitándolo a que se casara con
la gloria, al sugerirle que se mantuviera como el líder del Partido, que no se
lanzara a candidato. ¿Me oyó él? No..., no lo hizo; en cambio, sí
oyó a los banqueros que lo querían de nuevo de presidente, para que los
favoreciera en grande, tal como lo hizo en la oportunidad en que fue
presidente. Pero también, él oyó a Héctor Guzmán, al inefable Fello
Suberbí, y a cuanta gente y grupos, que solo persiguen, el beneficio derivado
de sus propios intereses.
Es propicio aclarar en esta oportunidad, que si Mejía y su
gente, no nos hubieran hecho perder un año en esa rebatiña por la candidatura
presidencial 2016-2020, la suerte del PRM hoy fuera otra. Esa lucha, nos
impidió dedicarnos a los trabajos que eran necesarios para que el PRM creciera
y se consolidara. Esa lucha generó un reflujo de masas, que vieron en esa
lucha interna, a un PRM solo de nombre, pues este Partido, dada esa situación
de pleitos internos por candidatura, presentó los mismos vicios del PRD y otros
partidos tradicionales, con la agravante, de que esta lucha por la nominación,
dividió el Partido más allá de lo concebible en un Partido llamado
revolucionario y moderno. Esa división fue y sigue siendo tan evidente, que
hasta el vocero de Mejía, el periodista Juan TH llegó a revelar en unos de sus
artículos, su rezago en la campaña a pesar del trato deferente, respetuoso y
cariñoso que recibía de Luis Abinader; pero ahora- decía Juan TH- con Carolina
en la boleta, estoy obligado a redoblar los esfuerzos para el trabajo político
en aras de la victoria el próximo 15 de mayo.
Para los fines de esta reflexión, ha de recordarse, que
debido a ese año perdido en la lucha por la nominación presidencial del PRM, el
tiempo se nos vino encima, a tal punto, que llegamos a las elecciones sin el
Partido estar completamente estructurado y que tuvimos que hacer alianzas y
formalizar candidaturas al vapor, factores estos, que nos crearon condiciones
fatales, que aunadas a otros fenómenos, como la fragmentación de la oposición,
nos impidieron que ganáramos las elecciones, o que por lo menos lográramos una
segunda vuelta. Sarcásticamente, Danilo, interpretó esta situación así: "no
aprovecharon la gabela que les di". Y eso, que la convención se hizo
en abril, entonces, ¿qué habría sucedido si esa Convención se hubiese pospuesto
para agosto tal como quería Hipólito y su gente?
Conclusión
Con este trabajo estoy advirtiendo... estoy vaticinando,
que si Hipólito Mejía continúa en esa labor de proselitismo en zapa, tan solo
logrará socavar las posibilidades futuras de un Partido, que como el PRM, de
manejarse bien, tiene todas las posibilidades de triunfo en el 2020 y mas
allá. Ya Hipólito, en otras ocasiones nos ha impedido llegar al poder.
¿Entonces como es posible, que este hombre estorbo, que tanto daño le ha
infligido a nuestro Partido y al país, todavía tenga la vigencia para ser
considerado presidenciable? ¿Acaso es que somos masoquistas, o grandes
ignorantes, o tarados, o una sociedad de zombies o de recuas de
cuadrúpedos? Analizando bien estos puntos, vergüenza debiera darnos, que
semejante aberración ocurra en nuestra patria, con el concurso de las bases de
un Partido, que se considera revolucionario.
Espero que a mis compañeros de Partido y al pueblo en
general, estas reflexiones mías, les ayuden a comprender y asimilar el
principio, de que no debemos de seguir a hombres, sino a ideas. Los
hombres por lo regular siempre fallamos. Nuestras vidas, nuestros hijos y
nietos, la patria, nuestro futuro, nuestro destino. Jamás, deben de entregarse
a los designios de un hombre, más cuando este hombre ha dado muestra de solo
ser un ambicioso incurable. Seguirlo, sería ignorancia e
irresponsabilidad en grado extremo y hasta cobardía de la más abominable.
Entonces, ante la realidad que hemos estado viviendo hasta el presente, se
impone en nosotros un cambio de mentalidad y actitud en lo político.
Reflexionemos. Rompamos con esa nefasta tradición de seguir ciegamente a
hombres que solo nos usan en pos de su único beneficio personal. De no
hacerlo así, la suerte nuestra y de nuestra nación- auguro- será la misma que
hasta ahora ha sido desde 1844.
Analizadas a conciencia las facetas históricas de Mejía,
traídas a colación en este trabajo y que son parte de las experiencias de
nuestras vidas, si usamos del raciocinio, encontraremos motivos suficientes
para no seguir permitiendo que un solo hombre o un grupo muy reducido, se eche
en un bolsillo al país y a todos nosotros, sus habitantes. Despertemos de
esa aberración, y en consecuencia actuemos. Hagamos conciencia, asumamos
principios y la revolución de las ideas, del pensamiento, del espíritu del
honor y del saber, que son las únicas revoluciones que hacen evolucionar y
progresar a los individuos, a las sociedades y a las naciones.
Llegado a este punto, yo invito a mis lectores y a todos
los pobladores de mi patria, a ser participes de esa revolución liberadora de
la esclavitud de seguir a un hombre o a un grupo de hombres. Y si de
seguir a un modelo de líder se trata, hagamos de Jesucristo nuestro líder
espiritual y político, ya sea en su versión mitológica o supuestamente real;
puesto que él, en cualquiera de esas versiones, es infinitamente grande y
trascendente, no como aquellos pigmeos del pensamiento y la acción, que han
hecho en la Tierra su reinado de gloria, y asumido al efecto, una
"supuesta grandeza" que sustentan en el tener, no en ser, olvidando
en este espejismo, que polvo somos y en polvo nos convertiremos.
Posdata
Entiendo que un artículo como este, resulta chocante en
una República Dominicana presidencialista, con gran atraso político y temor de
la gente a sus "todopoderosos lideres", y donde además, los partidos
políticos son estructuras al servicio de una jerarquía burguesa desconectada de
la realidad del país y de las bases de los partidos, en los cuales, a estas
bases, no se le da participación en el debate de las ideas ni en las
definiciones programáticas ni en la toma de decisiones ni en la elección
democrática de sus dirigentes. Igual trato le dan al pueblo en general,
al cual solo lo toman en cuenta cada cuatro años, cuando necesitan del voto. Vaya pues mi artículo a romper con esa tradición,
que nos sume cada días más, en el atraso, en las tinieblas y en el autoritarismo
de hombres y clases sociales egoístas e indolentes.
Finalmente, invito a mis críticos al no ataque personal,
sino a la reflexión, al razonamiento, a la réplica con las ideas. En ese
tenor, solo es y será válido, el que me rebatan los puntos expuestos en esta
ocasión, con argumentos y criterios ciertos, que demuestren la falsedad de los
que ellos consideren falso, de cada uno de los puntos aquí tratados.
Al lector, dejo la palabra.
0 comentarios:
Publicar un comentario