LA HABANA. Cuba anunció este viernes nuevas
medidas migratorias para acabar con la prohibición a los viajes de sus
ciudadanos por vía marítima, lo que zanja la polémica sobre el embarque de
cubano estadounidenses en los nuevos cruceros de la compañía Carnival a la
isla.
A
partir del próximo 26 de abril, los ciudadanos cubanos de dentro y fuera de la
isla podrán salir y entrar del país en calidad de pasajeros y tripulantes,
tanto de cruceros como de buques mercantes, según indica el Gobierno de Raúl
Castro en una nota divulgada en la prensa oficial.
También
se autorizará, aunque en este caso de forma gradual y “una vez creadas las
condiciones”, los viajes de cubanos en embarcaciones de recreo y yates, una
medida cuya puesta en práctica “será anunciada oportunamente”, de acuerdo con
el comunicado oficial.
El
Gobierno de Raúl Castro señala que estas medidas dan continuidad a la reforma
migratoria que entró en vigor en enero de 2013 y que acabó con las
prohibiciones para que los cubanos viajaran al extranjero.
El
anuncio se produce en el nuevo contexto de relaciones con Estados Unidos, un
proceso en el que ambos países han dialogado sobre “la aplicación y
cumplimiento de la ley, el terrorismo, la seguridad de la navegación marítima y
el tráfico de personas”, y también sobre viajes y comercio con el propósito de
“promover la cooperación bilateral de beneficio mutuo”.
En
su nota, las autoridades del país caribeño argumentan que las agresiones
terroristas contra Cuba fue lo que motivó en el pasado la decisión de que los
cubanos residentes en el exterior solo pudieran ingresar al país por vía aérea.
Por
otro lado, el Gobierno de Raúl Castro aprovecha para recordar que sus nuevas
medidas contrastan con “la persistencia de la prohibición a los ciudadanos
estadounidenses a viajar libremente a Cuba”, ya que todavía no pueden visitar
la isla como turistas.
La
decisión de Cuba sobre los viajes marítimos se produce pocos días antes del
crucero inaugural de la compañía estadounidense Carnival, que por primera vez,
el 1 de mayo, conectará Miami (EE.UU.) con la isla, donde hará escalas en La
Habana, Cienfuegos y Santiago, para regresar al sur de Florida una semana
después.
Los
cruceros de Carnival, la primera empresa que ha obtenido el permiso para abrir
una línea de cruceros desde EE.UU. a Cuba, realizarán ese trayecto cada dos
semanas con el lujoso buque “Adonia”, con capacidad para 704 pasajeros, que
deberán pagar un mínimo de 1.800 dólares por el pasaje.
Ese
viaje inaugural ha estado precedido por una fuerte controversia ante la
prohibición que pesaba sobre los cubano estadounidenses para entrar al país por
mar y la decisión inicial de Carnival de no aceptar reservas en el crucero a
ese tipo de pasajeros.
La
situación provocó la protesta del exilio cubano, una demanda contra Carnival
presentada por dos viajeros cubano estadounidenses ante un tribunal federal de
Florida y hasta el pronunciamiento del secretario de Estado de los EE.UU., John
Kerry, contra esa discriminación por parte de la compañía norteamericana.
El
pasado 18 de abril, Carnival anunció que permitiría reservar billetes en sus
navíos a todos los viajeros sin distinción de nacionalidad, aunque con la
advertencia de un eventual retraso en el comienzo de los viajes si Cuba no
autorizaba el embarque de cubano estadounidenses.
Zanjada
ya la polémica, el director general de Carnival, Arnold Donald, dijo hoy en un
comunicado divulgado en Miami que su compañía está “contribuyendo a un futuro
positivo” y expresó su “agradecimiento sincero a Cuba” por resolver esta
situación.
“Hicimos
historia en marzo (al anunciar la ruta), y somos parte de la historia de nuevo
hoy”, destacó Donald.
0 comentarios:
Publicar un comentario