ESTADOS UNIDOS.- Más de 10
estados y 1.460 delegados están en juego este 1° de marzo, la cita electoral
más importante y en la que la demócrata Hillary Clinton y el republicano Donald
Trump podrían consolidar su condición de favoritos.
El supermartes, con primarias y "caucus"
(asambleas populares) en puntos diversos del país, es la gran prueba de fuego
para los candidatos, al someter a examen su capacidad para ganar entre
diferentes electorados y grupos demográficos.
Los dos partidos tendrán resultados en 10 estados,
mientras que los demócratas sabrán también los de Colorado. Los republicanos de
Colorado y Wyoming empiezan a votar hoy en sus "caucus"(asambleas populares)
pero no tienen un voto de preferencia presidencial.
En Alaska solo votan los republicanos, en la Samoa
Americana solo los demócratas, y también votarán los estadounidenses en el
extranjero que se identifican como demócratas. Los delegados se reparten de
manera más o menos proporcional (en función de distintas reglas), de manera que
un candidato puede obtener un buen puñado de delegados en un estado aunque no
lo gane.
En esta
esquina, los demócratas…
Los demócratas tienen en juego 865 delegados, de los 2.383
que se necesitan para alcanzar la nominación. A esa cifra hay que sumar los
superdelegados, que pueden votar libremente en la Convención Demócrata de
julio. Los republicanos optan a 595 delegados, de los 1.237 necesarios para
obtener la nominación.
En el lado demócrata, Hillary Clinton (ahora con 544
delegados) parte como favorita gracias al voto de las minorías, sobre todo
afroamericana, en los estados del sur. Bernie Sanders (con 85 delegados) aspira
a ganar en estados de su noreste natal y a convencer de que aún queda batalla
con victorias en Minesota y Colorado.
Y en la otra,
los republicanos
En el lado republicano, Donald Trump (ahora con 82
delegados) parte como favorito en la mayoría de los estados. Ted Cruz (con 17)
necesita ganar en su estado, Texas, y lograr alguna victoria en los estados del
sur más conservadores en lo social. Marco Rubio (con 16 delegados) necesita
lograr su primera victoria para apuntalarse como alternativa real a Trump.
Tiene la esperanza de ganar en Minesota y obtener buenos resultados en Virginia
y Massachusetts.
La siguiente gran cita, donde podría quedar despejado el
panorama electoral, es el 15 de marzo, cuando votan cinco grandes estados
(Florida, Illinois, Misuri, Carolina del Norte y Ohio). Florida, donde el que
gana se lleva todos los delegados, será la prueba definitiva de la campaña de
Marco Rubio, senador por ese estado.
JOV (dpa, theguardian)
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