miércoles, 21 de enero de 2009

8:44 p. m.

Obama firmó una orden ejecutiva para congelar los salarios de sus más altos asesores -los que ganen más de 100 mil dólares al año- y anunció una "nueva era de la trasparencia" con un decreto que pone limites y restricciones al personal que trabaje en su administración y a los miembros de grupos de presión.

WASHINGTON. (eltiempo.com).- En sus primeras 24 horas en la Casa Blanca, el nuevo Presidente se metió de lleno al conflicto palestino-israelí y dio pasos que pueden conducir al cierre de Guantánamo.

Eso por mencionar solo algunas de las actividades en lo que fue, a todas luces, un frenético día. El presidente Barack Obama, según todo indica, no quiere perder el tiempo.

Su primer acto oficial de gobierno lo realizó el mismo martes en la noche cuando pidió suspender por 120 días los procesos judiciales por terrorismo que se adelantan contra los detenidos en la prisión militar de Guantánamo, entre ellos algunos de los acusados por los atentados del 11-S.

Los cuatro meses servirán para evaluar las "comisiones militares" que creó la administración de George W. Bush y que son las que están llevando a cabo los juicios contra los acusados.

Para las Ong en Derechos Humanos el paso es el acertado pues los militares venían operando como jueces y carceleros a la misma vez, negando, de paso, las plenas garantías que ofrece el sistema judicial estadounidense.

Human Rights Watch y otras, confían en que, tras la revisión, serán declaradas ilegales. Pero el cierre de la prisión, como tal, todavía no ha sido decretado.

Si las Comisiones son anuladas, los casos ya abiertos tendrían que ser trasferidos a la justicia ordinaria y existen temores -los mismos que tenía Bush- por las consecuencias que eso podría traer.

Además, hay otros 60 presos a los que ya se ha dado la vía libre para su excarcelación, pero ningún país del mundo los ha querido recibir.

Y luego estarían los otros 150 detenidos, que se considera aún "peligrosos", pero a los que no se les ha iniciado un proceso regular. Si se cierra la prisión y las comisiones se declaran nulas, tendrían que ser dejados en libertad.

Empezó la diplomacia en Oriente Próximo

En la mañana, tras asistir a misa con su gabinete, el presidente cogió el teléfono para llamar a los líderes en Israel, territorios palestinos, Egipto y Jordania.

Con ellos, Obama discutió mecanismos para preservar el incipiente alto al fuego en la franja de Gaza.

Les anunció, de paso, el nombramiento de George Mitchell como nuevo enviado especial para la región.

Obama también se reunió con la cúpula militar en la Casa Blanca para empaparse de los últimos desarrollos tanto en Irak como en Afganistán y evaluar qué tan realistas son los planes de repliegue.

"Obama cree que 16 meses es un marco de tiempo suficiente para una retirada de manera responsable. Pero eso lo discutirán. Todo el mundo está de acuerdo en que debemos estar en proceso de repliegue. Cómo se implementará es lo se está discutiendo", dijo David Axelrod, uno de los más altos asesores del presidente.

Obama, además, se reunió con su equipo económico para afinar detalles frente a un paquete de estímulo por más de 800.000 millones de dólares que hace trámite en el Congreso y que Obama quiere usar para reactivar la economía.

El paquete enfrenta una fuerte resistencia de la bancada republicana que, aunque en minoría, podría bloquearlo en su trámite por el Senado.

De paso, firmó una orden ejecutiva para congelar los salarios de sus más altos asesores -los que ganen más de 100 mil dólares al año- y anunció una "nueva era de la trasparencia" con un decreto que pone limites y restricciones al personal que trabaje en su administración y a los miembros de grupos de presión.

A partir de ahora, los 'lobbystas' no podrán ocupar puestos del Gobierno relacionados con áreas que ellos hayan trabajado durante los últimos dos años. Y si trabajaron en el gobierno, no podrán formar parte de uno de estos grupos hasta que Obama deje la Presidencia.

SERGIO GÓMEZ MASERI
CORRESPONSAL DE EL TIEMPO

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