viernes, 23 de enero de 2009

12:49 p. m.
“Será mi política actuar de manera activa y enérgica para conseguir una paz duradera entre Israel y sus vecinos palestinos y entre Israel y los países árabes”, sostuvo Obama.
WASHINGTON.- El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, sumido en una revisión de la política exterior de su país, prometió ayer trabajar de manera “activa y enérgica” para lograr una paz duradera en Oriente Medio.


Obama participó ayer en un acto en el Departamento de Estado junto con la nueva titular de esa cartera, Hillary Clinton, donde presentó al veterano mediador George Mitchell como enviado para Oriente Medio y al ex secretario de Estado adjunto Richard Holbrooke como enviado para Afganistán y Pakistán.
El nuevo mandatario, que durante la transición fue muy criticado por su silencio durante la ofensiva israelí en la Franja de Gaza, que dejó más de mil 400 palestinos muertos en 22 días, aseguró que Oriente Medio será una prioridad de su mandato. “Será mi política actuar de manera activa y enérgica para conseguir una paz duradera entre Israel y sus vecinos palestinos y entre Israel y los países árabes”, sostuvo Obama, entre los aplausos de los diplomáticos de carrera estadunidenses presentes en el acto.
Esa paz, sostuvo, debe incluir un Estado palestino y otro israelí que convivan en paz. Sería “intolerable”, declaró, “un futuro sin esperanza” para el pueblo palestino.


Obama aludió por primera vez desde su llegada al poder a la situación en Gaza. EU está “comprometido con la seguridad en Israel”, apuntó el jefe de la Casa Blanca, tras recordar que el grupo islamista Hamas ha estado lanzando “durante años” cohetes contra el sur del territorio israelí desde Gaza, una práctica que —dijo— debe cesar.


Pero Israel, por su parte, debe retirarse “por completo” de la franja palestina y permitir la apertura de las fronteras, demandó.


El gobernante estadunidense lanzó también un llamamiento a los países árabes para que apoyen a la Autoridad Palestina, den pasos hacia la normalización de relaciones con Israel y se opongan al extremismo.
Asimismo, en un esfuerzo por renovar la golpeada imagen estadunidense, Obama firmó el decreto para cerrar en un plazo de un año el centro de detención de Guantánamo, uno de los símbolos de la lucha antiterrorista que preconizó Bush, creado en 2002 para albergar a combatientes capturados en Afganistán.


Obama suscribió también un decreto en el que proscribe técnicas abusivas en interrogatorios a sospechosos, al ratificar que su país debe cumplir con la Convención de Ginebra.
Los decretos firmados estipulan, además, la clausura de “los centros de detención que posee actualmente” la CIA en lugares secretos, dijo un funcionario de la Casa Blanca.


Con estos decretos y otros firmados en la misma ocasión, “el mensaje que enviamos al mundo es que Estados Unidos tiene la intención de continuar el combate entablado contra la violencia y el terrorismo, (y) que lo haremos respetando nuestros valores y nuestros ideales”, dijo Obama.
Obama, también dedicó tiempo a abordar la otra gran preocupación de su gobierno: la recesión. El mandatario se reunió con sus asesores, a quienes pidió información diaria sobre la grave situación económica, a semejanza del parte que le dan en temas de inteligencia. Obama emitió también ayer un comunicado en favor del derecho al aborto, en el aniversario del caso judicial que fijó el derecho constitucional a poner fin al embarazo en el primer trimestre. Obama no realizó anuncios de nuevas políticas en relación con el aniversario.
“Nueva era diplomática para EU”: Hillary
La secretaria de Estado estadunidense, Hillary Clinton, fue recibida ayer con un enorme entusiasmo por los empleados de su Departamento en Washington, a los que prometió una nueva manera de hacer diplomacia. “Creo con todo mi corazón que ésta es una nueva era para EU”, sentenció entre fuertes aplausos.


Clinton aseguró que “el presidente Obama marcó el tono en su discurso de investidura”, y que por ello los objetivos de su Departamento serán, al mismo nivel: mejorar la seguridad nacional, defender los intereses nacionales y dar ejemplo con los valores estadunidenses en todo el mundo. Clinton, que tendrá a su cargo unos 20 mil empleados tanto en Washington como en las 267 embajadas y consulados, advirtió que “no será fácil” y que “va a ser duro”.
Agencias

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