WASHINGTON (EFE).- La clausura del campo de prisioneros en la base naval estadounidense de Guantánamo es “una prioridad” para el presidente electo Barack Obama, afirmó hoy el diario The Washington Post.
“El Gobierno de Obama iniciará, inmediatamente después de su inauguración, una revisión de los prontuarios secretos de unos 250 detenidos en Guantánamo”, indicó el diario.
“El Gobierno de Obama iniciará, inmediatamente después de su inauguración, una revisión de los prontuarios secretos de unos 250 detenidos en Guantánamo”, indicó el diario.
Esta revisión “será parte de un esfuerzo intenso para cerrar la prisión”, agregó.
El Gobierno del presidente George W. Bush, inició en enero de 2002 el traslado a la base estadounidense en Bahía de Guantánamo (Cuba), de cientos de hombres capturados en diferentes partes del mundo por su supuesta vinculación con actividades terroristas.
Muchos de los actuales reclusos han estado allí por años sin recurso legal, otros fueron liberados y devueltos a los países donde se les capturó, y muy pocos tienen en marcha juicios ante tribunales militares especiales establecidos por el Gobierno de Bush.
“El anuncio del controvertido centro de detención sería una de las señales más claras que podría dar el nuevo gobierno de su ruptura con la era Bush, según asesores (de Obama), que pidieron que no se les identificara”, añadió el Post.
A lo largo de los años numerosas organizaciones internacionales, los gobiernos de países aliados de Washington, y recientemente cinco ex secretarios de Estado norteamericanos, han recomendado la clausura de la prisión de Guantánamo.
Para el nuevo Gobierno de Obama, que se iniciará el 20 de enero, el problema no es tanto la decisión de clausura, que parece tomada ya, sino qué hará con los cientos de hombres allí recluidos, algunos de los cuales, según EE.UU., tienen un historial de actividades terroristas.
“El nuevo Gobierno encarará numerosos problemas legales, diplomáticos, políticos y logísticos en el cierre de la prisión y el enjuiciamiento de los terroristas de mayor importancia”, agregó el Post.
El Gobierno del presidente George W. Bush, inició en enero de 2002 el traslado a la base estadounidense en Bahía de Guantánamo (Cuba), de cientos de hombres capturados en diferentes partes del mundo por su supuesta vinculación con actividades terroristas.
Muchos de los actuales reclusos han estado allí por años sin recurso legal, otros fueron liberados y devueltos a los países donde se les capturó, y muy pocos tienen en marcha juicios ante tribunales militares especiales establecidos por el Gobierno de Bush.
“El anuncio del controvertido centro de detención sería una de las señales más claras que podría dar el nuevo gobierno de su ruptura con la era Bush, según asesores (de Obama), que pidieron que no se les identificara”, añadió el Post.
A lo largo de los años numerosas organizaciones internacionales, los gobiernos de países aliados de Washington, y recientemente cinco ex secretarios de Estado norteamericanos, han recomendado la clausura de la prisión de Guantánamo.
Para el nuevo Gobierno de Obama, que se iniciará el 20 de enero, el problema no es tanto la decisión de clausura, que parece tomada ya, sino qué hará con los cientos de hombres allí recluidos, algunos de los cuales, según EE.UU., tienen un historial de actividades terroristas.
“El nuevo Gobierno encarará numerosos problemas legales, diplomáticos, políticos y logísticos en el cierre de la prisión y el enjuiciamiento de los terroristas de mayor importancia”, agregó el Post.
“Todo esto podría llevar meses de labor”.
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