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Según datos parciales suministrados por el Consejo Nacional Electoral (CNE), en la madrugada de este lunes, el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV, en el poder), consiguió 17 estados sobre un total de 22 en juego.
Al mismo tiempo, la oposición, que gobernaba desde 2004 en Nueva Esparta (noreste) y el petrolero Zulia (oeste), consiguió mantener ambos estados y sumó Carabobo (norte), Táchira (suroeste) y el populoso y rico estado Miranda (centro), que incluye parte de Caracas.
"Tanto los que votaron por los candidatos de la revolución como los que votaron por otros candidatos demostraron que aquí hay un sistema democrático y se respetan las decisiones del pueblo", se felicitó Chávez poco después de divulgarse los resultados. "Quiero felicitar a los triunfadores de los partidos de oposición. Yo reconozco su victoria y les hago un llamado al más alto compromiso democrático", agregó Chávez.
Por otra parte, el aspirante opositor a la alcaldía metropolitana de la capital, Antonio Ledezma, se impuso frente a Aristóbulo Istúriz, uno de los candidatos más emblemáticos y populares del PSUV.
Según Tibisay Lucena, presidenta del CNE, la participación fue del 65,45%, la mayor registrada en unos comicios locales y regionales venezolanos.
Otra victoria indirecta para el oficialismo en estos comicios regionales fue la recuperación de estados que habían quedado en los últimos cuatro años en manos de disidentes del chavismo como Sucre, Guárico y Aragua, que ahora vuelven a manos de gobernadores adeptos al presidente. "El PSUV se consolida como la primera fuerza política del país", explicó Alberto Muller Rojas, vicepresidente del PSUV.
En Barinas (suroeste), tierra natal de Chávez, donde hasta hoy gobernaba su padre, consiguió imponerse con escaso margen el hermano mayor del mandatario, Adán Chávez, frente a un candidato disidente que también tenía mucho apoyo.
En total, casi 17 millones de ciudadanos fueron llamados a elegir a los gobernadores de 22 estados, a más de 300 alcaldes y unos 200 legisladores locales para un periodo de cuatro años.
La oposición pretendía recuperar espacios de poder en estas elecciones y logró presentar candidaturas unitarias en la mayoría de los lugares en liza.
Nada más conocerse los resultados, el alcalde electo de Caracas envió un mensaje a Chávez: "Usted y yo tenemos muchas diferencias pero (...) lo invito, presidente de la República, a trabajar juntos para rescatar a Caracas", pidió Ledezma.
Pese a tratarse de elecciones locales, la votación del domingo se convirtió indirectamente en una especie de plebiscito sobre Chávez, 10 años después de su primera elección presidencial. Omnipresente en la campaña electoral, el mandatario aseguró que en los comicios estaba en juego su propio futuro y el destino de la "revolución bolivariana".
Chávez ha sugerido, además, que dependiendo de los resultados podría proponer nuevamente la reelección presidencial indefinida, rechazada dentro de un proyecto de reforma constitucional sometido a referéndum en diciembre de 2007. Ese referéndum fue el primer revés electoral del incombustible presidente venezolano, que teóricamente debe abandonar el poder en 2013.
"Comienza una nueva etapa. A mí, como líder del proyecto socialista venezolano, el pueblo me está indicando (hoy): 'Chávez sigue por el mismo camino: el socialismo bolivariano, la revolución bolivariana'", declaró el presidente el domingo.
Durante todo el día, las filas para votar fueron interminables. Una vez cerrada oficialmente la jornada electoral, numerosos centros de votación permanecieron abiertos durante varias horas para permitir que cientos de ciudadanos ejercieran su derecho.
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