martes, 9 de septiembre de 2008

7:56 p. m.
Por ANDREA RODRIGUEZ / AP
Tomado de The Miami Herald.
LA HABANA.- Cuba.-Ike tocó Cuba el martes por segunda vez esta semana y se dirigía hacia el Golfo de México, luego de dejar cuatro muertos y una estela de destrucción en el oriente y centro de la isla.
La capital, hogar de dos millones de personas y llena de edificios coloniales históricos, además de viviendas frágiles, amaneció con un cielo oscuro y el mar agitado. Fuertes vientos y ráfagas de hasta 120 kilómetros por hora tumbaron árboles y cables eléctricos, sacaron tejas y las arrojaron como misiles voladores.
Balcones y paredes también se cayeron.
Durante un recorrido de la AP, se observaron varios derrumbes. En el municipio Cerro, los portales de cuatro casas contiguas se desplomaron como piezas de dominó, dijeron vecinos. Aún bajo las violentas lluvias, maquinarias trabajaban para evitar que los escombros bloquearan la calle y congestionaran las cañerías.
Las calles de La Habana estaban desiertas y bajo control policial, y la circulación de vehículos estaba prohibida. La radio y la televisión llamaron a la población a no salir para evitar accidentes.
Las autoridades informaron el lunes en la noche sobre la muerte de cuatro personas.
Un par hombres en una localidad de la provincia de Villa Clara se electrocutaron cuando pretendían desmontar una antena del techo de su vivienda y esta se pegó al tendido eléctrico; mientras otro hombre perdió la vida en Camagüey debido a que un árbol cayó sobre su vivienda.
Las muertes por ciclones en Cuba son muy poco comunes debido a la extensa movilización popular y las acciones preventivas de la Defensa Civil.
A lo largo de la isla 1.2 millones de personas habían sido protegidas o evacuadas.
"Me buscaron ayer y me trajeron aquí en una patrulla. Hubiera tenido miedo de quedarme en casa con mi chiquita, y aquí nos atienden muy bien. Nos dan desayuno, almuerzo, merienda y todo lo que necesitamos para los bebes'', dijo a la AP la joven Niyel Rodríguez, de 21 años, y madre de una niña de 19 días, ambas refugiadas en un centro materno de La Habana Vieja.
Lo mismo sucedió en el antiguo Convento de Belén, convertido en un hospital y albergue para unos dos centenares de ancianos y discapacitados.
"La casa (suya) tiene una pared muy mala y vine para aquí porque me siento más segura'', indicó la septuagenaria Teresa Tejeda.
Este es el segundo ciclón poderoso que impacta a la isla en menos de 10 días, luego de que Gustav pasó por el occidente de Cuba.
Los turistas extranjeros vieron con asombro el paso del meteoro; muchos de ellos jamás habían tenido una experiencia semejante.
"Llegamos con Gustav y nos vamos con Ike'', dijo la pareja de españoles José Luis y Avelina Alonso, quienes veían caer los aguaceros y pasar las ráfagas de aire en un hotel capitalino. Tienen previsto regresar el miércoles a su país.
Según las autoridades unos 10.000 turistas a nivel nacional fueron evacuados hacia centros de alojamiento más seguros.
Ike, que golpeó a las Bahamas y empeoró inundaciones en Haití que ya mataron a 331 personas --incluyendo 9 personas en un refugio-- tocó tierra en Cuba el domingo por la noche como un temible huracán de categoría 3, pero luego se debilitó para convertirse en un huracán categoría 1 (de cinco posibles) y regresó al mar por la porción de la costa sur.
Su reingreso a tierra cubana se produjo por las inmediaciones de Punta La Capitana, en Pinar del Río en la mañana, y por la tarde el meteoro volvió nuevamente hacia el mar, esta vez con dirección noroeste por Golfo de México.
Los expertos indicaron que esperan inundaciones costeras en el sur de la provincia de La Habana.
En la provincia de Matanzas también se tomaron precauciones.
"Lo fundamental es evitar que se dañen las mercancías y que el país sufra más pérdidas'', comentó a la AP Luis Joel Soria, subdirector económico del Puerto de Matanzas. Un grupo de obreros cargaban sacos de fertilizantes y luchaban contra el tiempo para lograr poner a buen recaudo toda suerte de bultos.
Mientras tanto, en el oriente y centro de la isla ya comenzó a realizarse una evaluación de los daños.
La primera zona poblada que sintió los efectos de Ike fue Baracoa, en Guantánamo, donde se reportaron unas 1.000 casas dañadas, de las cuales 300 quedaron completamente destruidas. Además la infraestructura eléctrica sufrió daños y los poblados aledaños quedaron incomunicados, sobre todo por la caída de árboles.
Imágenes proporcionadas por la televisión cubana mostraron olas que sobrepasaban la altura de los edificios en el malecón baracoense, aunque no les cayeron encima. Las autoridades indicaron que éstas alcanzaron hasta siete metros de altura y el mar entró unas seis cuadras al interior de la ciudad.
En Las Tunas y Camagüey también cayeron postes, algunos tejados fueron arrancados y muchas cosechas quedaron arruinadas. Los ríos Tínima y Hatibonico, que atraviesan esta ciudad de Camagüey, comenzaron a salirse de sus cauces provocaban severas inundaciones.
En el municipio de Banes, provincia de Holguín, se registraron afectaciones en unas 15.000 viviendas. Mientras en Sancti Spíritus en la región de Yaguajay, las penetraciones del mar se extendieron un kilómetro tierra adentro.
Reportes preliminares de la Defensa Civil calificaron como ‘‘cuantiosos'' los daños al sistema habitacional y agropecuario del oriente de Cuba, ocasionados por el impacto directo del huracán.
Las autoridades indicaron que 2.100 albergues se pusieron en funcionamiento y 7.000 transportes están al servicio de las personas que debieron dejar sus hogares.
El presidente Raúl Castro presidió una reunión de la Defensa Civil y su hermano, el ex mandatario Fidel Castro, sigue con detenimiento el paso del huracán y las labores para evitar la pérdida de vidas, indicó la televisión nacional.
También se informó que el gobernante brasileño Luiz Inacio Lula da Silva se comunicó por teléfono con su homólogo para interesarse por el avance de Ike.
En todo el país las clases escolares permanecen suspendidas.
En tanto, en la Florida, los residentes de los cayos reaccionaron con alivio cuando Ike se desvió hacia el oeste, lejos de la cadena de islas. Sin embargo, los estados del Golfo de México siguen pendientes de su ruta.
Los expertos del Centro Nacional de Huracanes advirtieron que, luego de ingresar en el golfo durante la noche del martes, Ike podría tocar tierra firme en Estados Unidos durante el fin de semana, cerca de la frontera entre Texas y Luisiana, quizás no muy lejos de Houston.

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