MUNDO.
(Paradigmaterrestre.com).- No es la primera vez que se emprenden acciones
legales contra estas marcas por mentir a la hora de alabar sus productos.
Para poner un ejemplo, hace un par de años en Reino Unido, se denunció que
Danone decía que Actimel conseguía aumentar las defensas de los niños, y que
estaba científicamente probado. Se demostró que realmente no estaba
científicamente probado y se instó a la compañía a retirar dicha coletilla.
Una vez más los consumidores son
ninguneados y tratados sin ningún tipo de respeto hacia su salud, su bienestar y
el derecho a la información. Para los que todavía consuman
productos de la multinacional francesa DANONE deben saber que en sus yogures
incluyen nanometales. Y no es que se sepa porque lo indiquen en sus etiquetas,
sino porque así lo ha evidenciado un estudio llevado a cabo por The Project on
Emerging Nanotechnologies que concluye que DANONE ha
estado “espolvoreando” nanometales para hacer parecer sus yogures más blancos.
En concreto ha estado usando dióxido de titanio (E171), el cual tiene gran poder para
blanquear, además de ser un veneno para la salud.
Recordemos que en Francia, sede de
la multinacional, se prohibió la venta de Actimel y en otros países como
Alemania u Holanda ha sido denunciado por publicidad engañosa y obligado
a retirar la publicidad en la que informaba sobre sus supuestos “beneficios”,
es decir, que este producto no ayuda a la salud, únicamente vale para llenar
los bolsillos de los directivos de turno.
El dióxido de titanio es muy perjudicial para las células del cerebro,
para los riñones o incluso la fertilidad. Pero eso no es todo. El dióxido de
titanio está catalogado por la Sociedad Americana del Cáncer dentro de las 5
sustancias más cancerígenas. ¿Por qué está permitido usarlo en productos
alimentarios, de cosmética e higiene?
El dióxido de titanio se usa en
pinturas, plásticos, en juguetes, muebles, electrodomésticos, cerámica o
cemento, y ahora está en tu estómago.
No sólo DANONE, Kelloggs o Dove
utilizan este veneno, además lo usan otras multinacionales de la alimentación y
de la cosmética y la higiene para elaborar, por ejemplo, cremas de protección
solar o las pastas de dientes blanqueadoras, jabones, papel de fumar, mayonesa,
queso, pastillas, leche de vaca y de soja, ropa blanca…
En
total hay más de 1.600 productos identificados en el mercado que contienen
dióxido de titanio. La mala noticia es que no
están obligados a indicarlo en sus etiquetas, que se indicaría como E171, si no
supera el 1% del volumen total del producto, aunque esa pequeña cantidad
ingerida habitualmente en multitud de productos sea suficiente para causar
enfermedades mortales.
Si quieres ver la lista de las
marcas con los productos que usan este veneno haz clic en el siguiente enlace.
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