sábado, 27 de febrero de 2016

11:41 p. m.



Una vez más y las veces que sean necesarias, emplearé a fondo mi pluma para llevar un mensaje de Unidad con la Convergencia a Guillermo Moreno y a otras fuerzas progresistas que buscan derrotar la reelección, lo que considero, es la condición indispensable al inicio de un proyecto de nación, para dar un nuevo rumbo al país, que acabe con el saqueo de los bienes públicos, la impunidad, la gran desigualdad social, la corrupción, la inseguridad ciudadana, el rompimiento de la institucionalidad, la vil entrega de nuestros recursos naturales y el excesivo endeudamiento que aniquila nuestra Soberanía Nacional entre otros grandes males, no menos destructivos.
Escribo este mensaje invocativo, impulsado por lo que percibo, es el deseo prioritario de las grandes mayorías de nuestra nación.  En mis conversaciones con la gente de a pie, me doy cuenta, que el grueso del pueblo, quiere ya, un cambio de gobierno y que ese cambio solo puede darse con la Unidad de toda la oposición, resaltando para ese logro, la fórmula: Luis Abinader Presidente-Guillermo Moreno, Vicepresidente.
Concomitantemente, ese sentir y querer de nuestro pueblo, también está avalado por los más prestigiosos intelectuales nuestros.  Como las decisiones acertadas de un rey derivan de escuchar a sus muchos consejeros, me permito traer a colación, el criterio común de la indispensable unidad de toda la oposición que para poder derrotar la reelección, han externado en diversos artículos los cerebros mejor dotados e intencionados de nuestra patria.  Para ilustración, veamos algunos de los párrafos de esos artículos, que apuntan al susodicho llamado de unidad para derrotar la reelección e iniciar un proyecto de nación. Cito:
Ramón Antonio Veras: En procura de una unidad programática
En este artículo, Negro Veras escribe: No vamos a proceder a analizar las motivaciones que han tenido o tienen luchadores democráticos para no concertar alianzas con otras fuerzas; sólo haremos precisiones de lo que creemos conviene hacer para unificar posiciones en torno a puntos concretos. 
En un medio social como el dominicano de hoy, no pueden esperarse aliados políticos químicamente puros, homogéneos, y de sólidos principios; se impone ser prácticos, sin ceder en los principios.  Pactar con aliados circunstanciales no rebaja la lucha política por causas justas, simplemente la hace menos áspera y llevadera. Los hombres y mujeres del país, históricamente identificados con  el accionar político democrático, deben  aprovechar las coyunturas electorales para expresar su sentir, tomando en cuenta la correlación de fuerzas, las posibilidades de éxitos total o parcial, de sumar para exigir o, simplemente, aceptar algo ahora,  para reclamar mucho después.
Aquellos que luchan por cambios políticos y sociales verdaderos -continua Negro Veras- no pueden marginarse de los procesos sociales, aunque las coyunturas no sean favorables, porque las masas populares no deben ser abandonadas al mensaje de sus adversarios.  A los que buscan embaucar al pueblo hay que enfrentarlos con la denuncia verdadera, certera y esperanzadora.  Si conviene a los intereses  de las grandes mayorías nacionales que  sus  más dignos representantes,  abandonando el puritanismo y  con un   pañuelo en la nariz, sentarse  a debatir un programa mínimo de lucha con sectores  opuestos ideológicamente, pero dispuestos  a  ceder, hay que ir a la mesa de negociación  para  ver qué se puede lograr.

En política hay que ser realista, estar preparado para bregar en todos los escenarios; ante aliados y adversarios, obrar con el convencimiento de que en todo asunto político subyace un interés clasista.  Cada actor procura sacar la mayor ventaja para su clase, sector o capa social.  Lo que se ha visto hasta ahora es que en el seno del pueblo dominicano hay hombres y mujeres con suficiente talento y honestidad, que morirán siendo muy serios y virtuosos, pero condiciones, que para nada sirvieron al quehacer político y democrático del país.
Demuestra lucidez política -prosigue exponiendo Negro Veras- quien va a tratar puntos sobre unidad programática, consciente de que las negociaciones no se desarrollan sin contradicciones, sin obstáculos ni dificultades a vencer. Los inconvenientes son previsibles, pero hay que elevarse sobre ellos y superarlos con inteligencia para lograr el acercamiento posible y deseado.  El momento es para mujeres y hombres que, con visión democrática, vean nítidamente clara la necesidad de la unidad en base a puntos programáticos y no en reparto de cargos, para contribuir a la creación de bases firmes para una alianza futura de mayores proporciones.
En la presente ocasión, ante las peculiares condiciones actuales, el político sagaz y realista, con orientación certera, ha de aplicar una táctica flexible, defendiendo sus ideas con audacia y sin claudicación, para lograr acuerdos programáticos que recojan, entre otros, puntos tales como estímulo del progreso económico, asegurar la ocupación  a todas las personas aptas para el trabajo, defensa de los recursos naturales nacionales frente a los intereses extranjeros, elevar el nivel de vida de la masa trabajadora, una política exterior independiente y de colaboración pacifica, el desarrollo del comercio con  todos los países; adecentamiento de la vida pública y la creación de mecanismos para la  instauración de instituciones funcionales.  No importa lo dura y porfiada que sea la lucha por la unidad, lo importante es lograrla sin ceder en los principios.

Las discrepancias son normales entre organizaciones políticas con posiciones ideológicas opuestas; las divergencias siempre están presentes por criterios subjetivos que agrietan la unidad, crean fisuras. Pero lo que debe primar es ponerse de acuerdo en lo que une, y no insistir en lo que separa y se convierte en fatal tropiezo.  Si se acercan mutuamente diversas organizaciones políticas a los fines de acordar puntos programáticos a ejecutar en los marcos de un proceso electoral, las partes han de ir convencidas de que la unidad es posible y necesaria, independientemente de las discrepancias teóricas que surjan.  En la negociación ha de primar el dialogo, la plática franca, la conversación respetuosa.
Finalmente expone Negro Veras: En procura de avanzar por conquistas positivas para el pueblo, las fuerzas democráticas, en los encuentros por la unidad, en las negociaciones deben hacer suyas las ideas de Georgi Dimitrov, con relación a los frentes populares: a.-) Si están en mayoría, imponen sus puntos de vista; b.-) en igualdad de condiciones, discuten; c.-) si están en minoría, pura y simplemente, se funden.
Rosario Espinal: Guillermo y Minou
Entre los oposicionistas al gobierno el voto se fragmentará. Al ser Luis Abinader la primera opción opositora y provenir del PRD, captará un segmento importante del perredeísmo.  El resto de los votantes se dividirá entre las otras opciones.  A través de la campaña, tanto Guillermo como Minou han enfatizado la doble vuelta como opción deseable y razón para mantener sus candidaturas propias.  Medir el techo de cada candidato en primera vuelta, ha dicho Guillermo; darle opciones al electorado y forzar una segunda vuelta, ha dicho Minou.
Pero cualquier cálculo elemental plantea la siguiente interrogante. El PRM está en segundo lugar, y a mayo, es difícil su desplome total. Por eso, una segunda vuelta, de ocurrir, sería entre Medina y Abinader. ¿En qué favorece entonces una segunda vuelta a Guillermo o a Minou? ¿O piensan que el PLD y el PRM se desplomarán y ellos serán la primera o segunda opción?  La franja de votantes de Guillermo y Minou consiste en electores críticos, desencantados con los partidos tradicionales y dispuestos a votar.  Con candidaturas presidenciales separadas, recibirán menos votos cada uno.
Rafael Chaljub Mejía: El juego suicida a la segunda vuelta
No sé cuál beneficio esperan obtener los dirigentes opositores que se niegan a la unidad anti-reeleccionista bajo el decir que las elecciones no se decidirán en mayo próximo, sino en una segunda vuelta.  Aunque nunca han confesado explícitamente en que basan su actitud, es posible que esperen en una eventual segunda vuelta, para convertirse en la fuerza que inclinaría la balanza y así cotizarse más caro, políticamente hablando.  Sea esa o no, su estrategia, a esos líderes hay que advertirles el juego peligroso que están jugando
En una coyuntura electoral tan difícil, frente a rivales tan poderosos, parecerían decir: No importa el poder del adversario, ni la necesidad imperiosa de sumar fuerzas contra él, mantengamos divididos, que cada candidato opositor deposite y cuente sus votos aparte, porque, como el candidato oficialista no ganará en primera vuelta, entonces en la segunda hablamos y tal vez nos podríamos poner de acuerdo. Eso se llama aventurerismo, jugar a la política de la quiniela y a la ruleta rusa.
El candidato que se enfrente al presidente Danilo Medina tiene que sumar todos los votos que puedan ser sumados y esto es imposible si cada quien se va por una senda distinta.  Hay que sumar ahora.  Ir en contra de esa necesidad es contribuir a que la reelección pase y probablemente a que tampoco haya segunda vuelta. Así, que no le veo sentido a este juego a una segunda vuelta, cuyas posibilidades, al día de hoy, no están seguras.


Miguel Espaillat: Guillermo Moreno: Discurso y actitudes de un soñador: (Guillermo juega a la ruleta rusa).
El tiempo, como siempre, indómito, ha pasado, y Minou, ya vemos que se ha quedado sin pito y sin flauta, y que nuestro admirado Guillermo va por el mismo camino.  Es totalmente imposible que sus planes cuajen tal como él los tiene concebidos.  No puedo asegurar como lo hace Guillermo, de que habrá una segunda vuelta; si puedo razonar, que la independencia de él, puede impedir una segunda vuelta, porque las fuerzas de la contienda se hayan polarizado y el pueblo opte por el PRM en primera vuelta, o que gane la reelección, por la suma de sus poderes convergentes, comisión de fraudes, trampas y malicias de todo género.  Es una situación en la que Guillermo está jugando a la ruleta rusa, porque si Danilo se queda por su jugada de actuar en solitario, él, habrá descerrajado un tiro a la cabeza de su persona y a su Partido.
Juan Bolívar Díaz La oposición política va al matadero electoral
Frente a las enormes ventajas de que dispone el Partido-Estado sólo una fuerte unidad de propósito, programática y de candidaturas de oposición, podría generar competencia y cambiar la percepción de invencibilidad que influye en el estado de opinión pública.  Eso No lo han comprendido los dirigentes de múltiples grupos políticos dispersos.  Algunos sustentan una hipócrita apuesta a una segunda vuelta electoral, sugiriendo, que para entonces se impondría la concertación, cuando hay indicadores de que sólo la unidad desde ahora generaría sinergias para detener el reeleccionismo.

 César Pérez: Los alternativos y la relación entre ética y política

En nuestro país, la presente coyuntura electoral sitúa de nuevo a algunos grupos auto percibidos como alternativos ante un dilema crucial: deben decidir si participar o no en una confluencia de diversas fuerzas políticas para impedir la reelección del inmovilismo, la corrupción y la impunidad.  Asumiendo la ética de los principios, hasta el momento mantienen un discurso de auto marginación del bloque opositor de mayor peso electoral, creyendo que con ese alejamiento reafirman la pureza de sus posiciones.
Como en otras ocasiones, emerge en ellos esa actitud psicológica de propensión a la derrota, la cual no les importa sufrir porque con ella creen confirmar sus diferencias con los “impuros”.  Convencidos por la fe, apuestan a un futuro ineluctable que “les pertenece” y, por tanto, no les preocupa una derrota coyuntural ni las consecuencias de sus posiciones.  Es una constante en la historia de la izquierda dominicana, con ella reafirman esa inveterada tendencia de nosotros, los dominicanos, hacia el rechazo de acuerdos o compromisos trascendentes de cara al futuro.  Por eso, en una coyuntura crucial, como la presente, cualquier posición que no apunte hacia el cambio no es política, sino ideología (falsa conciencia”), por lo tanto reaccionaria.
Felipe Ciprián: El más grave error de los alternativos
Hoy los remanentes de la izquierda quieren seguir testimoniando que son adalides de los principios (¿Cuáles principios, chicos?) mientras dispersan el voto opositor que se convierte en un derivado efectivo para que la reelección siga adelante como si nadie la viere pasar.  Por paradójico que sea, Guillermo Moreno, Minou Tavárez y las fuerzas que los respaldan, siguen repitiendo la historia y no quieren comprender que un pacto político legislativo y municipal con el Partido Revolucionario Moderno (PRM) los coloca más cerca del poder y del pueblo, que obtener –en el mejor de los casos- 2% de los votos presidenciales.
Hay que ser muy tonto en política para dividir a la oposición en un momento en que el PLD está realmente dividido entre las fuerzas de Leonel Fernández y del presidente Danilo Medina, lo que pone en serio riesgo la reelección presidencial y mucho más, la reelección de senadores y diputados del PLD en todo el territorio nacional.
Marino Zapete: El pueblo, la gente, no quiere a Danilo Medina ni al PLD.
En el PLD hay conciencia de que la mayoría del pueblo dominicano no los quiere.  Pero hay una debilidad, en el sentido de que la oposición es vulnerable y que no se ha producido un encuentro opositor, en que pudieran estar el PRM, Minou Tavárez, Guillermo Moreno y esos grupos, en torno a un programa; eso sería lo conveniente, que ellos llegaran a un acuerdo programático, que se establezca mediante una fórmula democrática, que es la participación del pueblo.  Que las candidaturas que se van a llevar sean gente del pueblo, gente decente; eso fuera lo suficiente para aplastar la candidatura de Danilo Medina y el PLD en las elecciones que vienen".   
Conclusión
Con similares criterios de la necesidad de la Unidad de la oposición, para derrotar la reelección del Presidente-Candidato Danilo Medina, y consecuentemente poner en ejecución un proyecto de nación, se pronuncian otros intelectuales con la autoridad moral y excelencia académica de un Andrés L. Mateo, Francisco Álvarez Valdez, Melvin Mañón y otros; y para mas, la mayoría del pueblo, que hastiado del inmundo peledeismo, anhela un cambio drástico de gobierno. 
Hasta aquí, estas reflexiones.  Espero que las mismas, sean analizadas y asimiladas por los sectores que aún no se han integrado a la Convergencia de Partidos, que busca derrotar la reelección, para iniciar un verdadero "Proyecto de Nación".  Vaya este llamado, muy especialmente a Guillermo Moreno y a Minou Tavárez Mirabal, de quienes espero, sensatez y grandeza, para que en un acto patriótico, se desprendan de motivaciones personales en aras de logros sociales, políticos y económicos que beneficien a toda nuestra nación.  Que Dios ilumine sus mentes, para que como el rey prudente, se decanten por escuchar las recomendaciones de sus sabios consejeros.  A Guillermo solo me resta decirle: cásate con tu pueblo...llénate de gloria... lanza una vez más el "Grito Restaurador de Capotillo", adjunto a las fuerzas progresistas, que tan solo unidas, pueden derrotar la aberración del reeleccionismo.  Que responda al reto...es lo que todo un pueblo hambriento de pan y justicia social, espera de ti.  No lo defraudes.

Autor: Miguel Espaillat Grullón, vive en Nueva York.


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