jueves, 22 de enero de 2009

8:23 a. m.
Se movilizaron más de 12.500 militares y miles de policías. El ejército sobrevoló la ciudad, surcó el Potomac, estuvo listo para lanzar misiles tierra-aire y preparado para hacer frente a un atentado químico o biológico. También se desplegaría un amplio dispositivo médico de emergencia en caso de necesidad.
WASHINGTON. (AFP).- Los servicios de seguridad y de inteligencia estadounidenses investigaron una "potencial amenaza el día de la investidura" de Barack Obama este martes, cuya credibilidad es "incierta", indicó el departamento de Seguridad Interior en un comunicado.
"El FBI, el Departamento de Seguridad Interior (incluyendo el servicio secreto) y las agencias de inteligencia estuvieron en coordinación con otras autoridades policiales para investigar y analizar información recientemente recibida sobre una potencial amenaza el día de la investidura", dijo el portavoz de Seguridad Interior, Russ Knocke. El portavoz agregó, que "la información es de una especificidad y credibilidad incierta".
Barack Obama tiene previsto asumir este martes como el 44º presidente de Estados Unidos.
"El equipo de transición (del presidente electo) habría sido informado", agregó.
Según la radio local WTOP, los servicios de seguridad recibieron el lunes informaciones sobre una eventual amenaza de un grupo islamista somalí llamado Al Shabab, que posee una célula en Estados Unidos. Según la emisora, el FBI confirmó recientemente que somalíes que viven en Estados Unidos habían regresado a su país de origen para entrenarse.
Un inmenso cerco de seguridad se extendió desde este lunes por la noche en el centro de Washington, horas antes de la ceremonia de investidura de Obama, a la que podrían asistir millones de admiradores fascinados por el primer presidente negro de Estados Unidos.
La policía comenzó a bloquear varias arterias cercanas a la Casa Blanca a las 15H00 locales (21H00), de este lunes y acordonará completamente un perímetro de 3 km2 en torno al National Mall, una gran explanada que se extiende ante el Capitolio, donde Barack Obama prestará juramento este martes a mediodía (18H00).
"Los cierres comenzaron, todo está ocurriendo como estaba previsto", indicó a AFP un portavoz del Servicio Secreto estadounidense (USSS, en inglés), encargado de la protección del presidente. Se espera que al menos dos millones de personas acudan al Mall para asistir al acontecimiento, lo cual es un récord para una ciudad de 600.000 habitantes.
Reservistas de la Guardia Nacional comenzaron desde este lunes a tomar posiciones en la capital para la mayor operación de seguridad jamás diseñada para una investidura.
Kilómetros de barreras antidisturbios se extendieron a lo largo del perímetro de seguridad, que será atravesado este martes por el tradicional desfile entre el Capitolio, sede del Parlamento, y la Casa Blanca.
Los admiradores del futuro presidente serán registrados antes de que se les permita acceder al perímetro. Está prohibido llevar mochilas, paraguas, carteles, bicicletas y refrigeradores, entre otros. Tampoco se pueden llevar animales.
A partir de las 02H00 de la madrugada (08H00) de este martes, Washington estará prácticamente cerrado al sur del país, con el cierre de los puentes que atraviesan el Potomac. Sólo los peatones estarán autorizados a atravesar el río. Jamás se tomó esta medida para una investidura presidencial, pero la de Obama es la primera que ocurre tras los atentados del 11 de septiembre de 2001, destacó Karyn Le Blanc, funcionaria del servicio de transporte de la ciudad.
Se movilizarán más de 12.500 militares y miles de policías. El ejército sobrevolará la ciudad, surcará el Potomac, estará listo para lanzar misiles tierra-aire y preparado para hacer frente a un atentado químico o biológico. También se podrá desplegar un amplio dispositivo médico de emergencia en caso de necesidad.
Desde la noche, una unidad de la Guardia Nacional que sirvió en Irak vigila los jardines del Mall. "Nuestra principal misión es mostrar presencia, mantener a la gente en calma", indicó un comandante, George Downey.
Otro oficial, Doug Reed, no espera encontrar mayores dificultades. "Al final la vigilancia de los baños será nuestra mayor preocupación en términos de seguridad", bromeó, refiriéndose a los 5.000 baños portátiles instalados en el Mall y cerca de la vía por la que transcurrirá el desfile de investidura.
El primer presidente negro del país, objeto de amenazas de agrupaciones racistas, pronunciará su discurso desde un palco resguardado por cristales a prueba de balas. De igual forma estarán protegidas las escalinatas ante la Casa Blanca desde donde Obama verá pasar el desfile.
Durante el acto de investidura, el secretario de Defensa, Robert Gates, permanecerá en un lugar desconocido, y se convertiría en el "sucesor designado" de Obama, en caso de catástrofe.

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