Por GERARDO REYES
Tomado de El Nuevo Herald
Alexia Fodere / The Miami Herald
Algunas empresas de la Florida fueron engañadas para que vendieran componentes electrónicos de aplicación militar que terminaron en poder de Irán y probablemente fueron usados en explosivos contra las fuerzas de Estados Unidos en Irak, según se desprende de una acusación revelada el miércoles en Miami.
La acusación formuló cargos a ocho personas y ocho corporaciones basadas en Irán, Emiratos Arabes Unidos y Malasia por diferentes violaciones a las leyes de embargo de Estados Unidos y falsedad en testimonio.
"Esta es una llamada de alerta a los fabricantes de Estados Unidos'', advirtió el fiscal del distrito sur de la Florida, Alexander Acosta en una rueda de prensa. "No se pueden hacer ganancias a expensas de la seguridad de nuestros soldados en el exterior'', agregó.
Entre los productos exportados ilegalmente se encuentran dispositivos "duales'', es decir, de uso militar y comercial, tales como microcontroladores, circuitos integrados de varios tipos, chips, microprocesadores y GPS o sistema de posicionamiento global. Algunos de los dispositivos servían como detonadores de artefactos explosivos improvisados con los que han sido atacadas las tropas estadounidenses en Irak.
"Todos estos elementos tienen aplicaciones militares potenciales que incluyen la de ser usados como componentes de instrumentos explosivos'', explicó Acosta.
El fiscal mostró el miércoles un microcontrolador con un código numérico que indica que fue fabricado en Estados Unidos y que fue hallado en un explosivo utilizado en Irak, pero el funcionario se abstuvo de ligar ese hallazgo con algunas de las firmas mencionadas en la acusación.
De acuerdo con la acusación, los documentos de exportación eran alterados con el objeto de ocultar el destino final de los productos indicando un país con el que no existen prohibiciones comerciales de seguridad. En cuestión de dos o tres semanas los productos llegaban a un país intermediario como Emiratos Arabes Unidos o Egipto y de allí eran despachados a Irán. Los nombres de las empresas engañadas en Estados Unidos no fueron revelados.
De acuerdo con el pliego de cargos una de las operaciones en la Florida se realizó de la siguiente manera: el acusado F.N. Yaghmael envió una orden de compra de 497 reóstatos a una compañía de Tamarac, Florida a principios de abril de 2004.
La solicitud fue hecha en nombre de la empresa Majidco, con sede en Dubai, Emiratos Arabes, que también fue encausada. Los 497 dispositivos fueron enviados el 6 de abril a Dubai y en cinco semanas el pedido ya estaba en Irán.
Esta operación se repitió con firmas suplidoras en Largo, Florida, así como una empresa de carga del condado de Miami Dade. En la trampa cayeron también corporaciones de Nueva York, Connecticut, Texas, Minnesota, Arizona y California.
"Este esfuerzo amplio y efectivo del gobierno ha dislocado una círculo letal internacional que buscaba hacer daño a las fuerzas estadounidenses y aliadas así como a civiles inocentes, con la adquisición de alta tecnología de Estados Unidos que tiene la capacidad de producir artefactos explosivos similares a aquellos que se han usado en Irak y Afganistán'', dijo Mario Mancuso, subsecretario de Comercio para Industria y Seguridad.
El caso se derivó de una imputación previa contra Mayrow General Trading, una compañía con sede en Dubai acusada de desviar bienes de Estados Unidos a Irán.
Algunas de las empresas acusadas el miércoles tienen vínculos con seis entidades del gobierno iraní que fueron incluidas el mismo día en la lista de empresas y personas designadas del Departamento del Tesoro por violación del embargo.
Las firmas vetadas por Estados Unidos son: Iran Electronics Industries, Shirac Electronics Industries, Iran Communication Industries, Iran Manufacturing Industrial Company, Farasakht Industries, Armament Industries, todas vinculadas al Ministerio de Defensa y Fuerzas Armadas de Irán, organismo que ya había sido incluido en la misma lista en octubre del año pasado.
Los acusados el miércoles son los iraníes Ali Akbar Yahya, gerente general de Mayro, naturalizado en Inglaterra; Farshid Gillardian, (naturalizado en Inglaterra); Majid Seif (reside en Malasia); Bahman Ghandi; F.N. Yaghmael y Ahmad Rahzad.
También fueron imputados el director ejecutivo de Eco Biochem, residente en Malasia; Kaam Chee Mun y Djamshid Nezhad, operador de la firma Nezhad, residente en Alemania.
Ninguno de los acusados fue arrestado pero el gobierno de Estados Unidos pedirá su extradición, informó Acosta.
Las empresas involucradas en la transferencia ilegal de tecnología son Mayrow General Trading, Atlinx Electronics, Micatic General Trading, Madjico Micro Electronics, también conocida como MME, y Al Faris, todas de Dubai; Neda Industrial Group, con sede en Irán; Eco Biochem Sdn BHD y Vast Solution Sdn BHD, con domicilio en Malasia.
Algunas empresas de la Florida fueron engañadas para que vendieran componentes electrónicos de aplicación militar que terminaron en poder de Irán y probablemente fueron usados en explosivos contra las fuerzas de Estados Unidos en Irak, según se desprende de una acusación revelada el miércoles en Miami.
La acusación formuló cargos a ocho personas y ocho corporaciones basadas en Irán, Emiratos Arabes Unidos y Malasia por diferentes violaciones a las leyes de embargo de Estados Unidos y falsedad en testimonio.
"Esta es una llamada de alerta a los fabricantes de Estados Unidos'', advirtió el fiscal del distrito sur de la Florida, Alexander Acosta en una rueda de prensa. "No se pueden hacer ganancias a expensas de la seguridad de nuestros soldados en el exterior'', agregó.
Entre los productos exportados ilegalmente se encuentran dispositivos "duales'', es decir, de uso militar y comercial, tales como microcontroladores, circuitos integrados de varios tipos, chips, microprocesadores y GPS o sistema de posicionamiento global. Algunos de los dispositivos servían como detonadores de artefactos explosivos improvisados con los que han sido atacadas las tropas estadounidenses en Irak.
"Todos estos elementos tienen aplicaciones militares potenciales que incluyen la de ser usados como componentes de instrumentos explosivos'', explicó Acosta.
El fiscal mostró el miércoles un microcontrolador con un código numérico que indica que fue fabricado en Estados Unidos y que fue hallado en un explosivo utilizado en Irak, pero el funcionario se abstuvo de ligar ese hallazgo con algunas de las firmas mencionadas en la acusación.
De acuerdo con la acusación, los documentos de exportación eran alterados con el objeto de ocultar el destino final de los productos indicando un país con el que no existen prohibiciones comerciales de seguridad. En cuestión de dos o tres semanas los productos llegaban a un país intermediario como Emiratos Arabes Unidos o Egipto y de allí eran despachados a Irán. Los nombres de las empresas engañadas en Estados Unidos no fueron revelados.
De acuerdo con el pliego de cargos una de las operaciones en la Florida se realizó de la siguiente manera: el acusado F.N. Yaghmael envió una orden de compra de 497 reóstatos a una compañía de Tamarac, Florida a principios de abril de 2004.
La solicitud fue hecha en nombre de la empresa Majidco, con sede en Dubai, Emiratos Arabes, que también fue encausada. Los 497 dispositivos fueron enviados el 6 de abril a Dubai y en cinco semanas el pedido ya estaba en Irán.
Esta operación se repitió con firmas suplidoras en Largo, Florida, así como una empresa de carga del condado de Miami Dade. En la trampa cayeron también corporaciones de Nueva York, Connecticut, Texas, Minnesota, Arizona y California.
"Este esfuerzo amplio y efectivo del gobierno ha dislocado una círculo letal internacional que buscaba hacer daño a las fuerzas estadounidenses y aliadas así como a civiles inocentes, con la adquisición de alta tecnología de Estados Unidos que tiene la capacidad de producir artefactos explosivos similares a aquellos que se han usado en Irak y Afganistán'', dijo Mario Mancuso, subsecretario de Comercio para Industria y Seguridad.
El caso se derivó de una imputación previa contra Mayrow General Trading, una compañía con sede en Dubai acusada de desviar bienes de Estados Unidos a Irán.
Algunas de las empresas acusadas el miércoles tienen vínculos con seis entidades del gobierno iraní que fueron incluidas el mismo día en la lista de empresas y personas designadas del Departamento del Tesoro por violación del embargo.
Las firmas vetadas por Estados Unidos son: Iran Electronics Industries, Shirac Electronics Industries, Iran Communication Industries, Iran Manufacturing Industrial Company, Farasakht Industries, Armament Industries, todas vinculadas al Ministerio de Defensa y Fuerzas Armadas de Irán, organismo que ya había sido incluido en la misma lista en octubre del año pasado.
Los acusados el miércoles son los iraníes Ali Akbar Yahya, gerente general de Mayro, naturalizado en Inglaterra; Farshid Gillardian, (naturalizado en Inglaterra); Majid Seif (reside en Malasia); Bahman Ghandi; F.N. Yaghmael y Ahmad Rahzad.
También fueron imputados el director ejecutivo de Eco Biochem, residente en Malasia; Kaam Chee Mun y Djamshid Nezhad, operador de la firma Nezhad, residente en Alemania.
Ninguno de los acusados fue arrestado pero el gobierno de Estados Unidos pedirá su extradición, informó Acosta.
Las empresas involucradas en la transferencia ilegal de tecnología son Mayrow General Trading, Atlinx Electronics, Micatic General Trading, Madjico Micro Electronics, también conocida como MME, y Al Faris, todas de Dubai; Neda Industrial Group, con sede en Irán; Eco Biochem Sdn BHD y Vast Solution Sdn BHD, con domicilio en Malasia.
Tomado de El Nuevo Herald
Alexia Fodere / The Miami Herald
Algunas empresas de la Florida fueron engañadas para que vendieran componentes electrónicos de aplicación militar que terminaron en poder de Irán y probablemente fueron usados en explosivos contra las fuerzas de Estados Unidos en Irak, según se desprende de una acusación revelada el miércoles en Miami.
La acusación formuló cargos a ocho personas y ocho corporaciones basadas en Irán, Emiratos Arabes Unidos y Malasia por diferentes violaciones a las leyes de embargo de Estados Unidos y falsedad en testimonio.
"Esta es una llamada de alerta a los fabricantes de Estados Unidos'', advirtió el fiscal del distrito sur de la Florida, Alexander Acosta en una rueda de prensa. "No se pueden hacer ganancias a expensas de la seguridad de nuestros soldados en el exterior'', agregó.
Entre los productos exportados ilegalmente se encuentran dispositivos "duales'', es decir, de uso militar y comercial, tales como microcontroladores, circuitos integrados de varios tipos, chips, microprocesadores y GPS o sistema de posicionamiento global. Algunos de los dispositivos servían como detonadores de artefactos explosivos improvisados con los que han sido atacadas las tropas estadounidenses en Irak.
"Todos estos elementos tienen aplicaciones militares potenciales que incluyen la de ser usados como componentes de instrumentos explosivos'', explicó Acosta.
El fiscal mostró el miércoles un microcontrolador con un código numérico que indica que fue fabricado en Estados Unidos y que fue hallado en un explosivo utilizado en Irak, pero el funcionario se abstuvo de ligar ese hallazgo con algunas de las firmas mencionadas en la acusación.
De acuerdo con la acusación, los documentos de exportación eran alterados con el objeto de ocultar el destino final de los productos indicando un país con el que no existen prohibiciones comerciales de seguridad. En cuestión de dos o tres semanas los productos llegaban a un país intermediario como Emiratos Arabes Unidos o Egipto y de allí eran despachados a Irán. Los nombres de las empresas engañadas en Estados Unidos no fueron revelados.
De acuerdo con el pliego de cargos una de las operaciones en la Florida se realizó de la siguiente manera: el acusado F.N. Yaghmael envió una orden de compra de 497 reóstatos a una compañía de Tamarac, Florida a principios de abril de 2004.
La solicitud fue hecha en nombre de la empresa Majidco, con sede en Dubai, Emiratos Arabes, que también fue encausada. Los 497 dispositivos fueron enviados el 6 de abril a Dubai y en cinco semanas el pedido ya estaba en Irán.
Esta operación se repitió con firmas suplidoras en Largo, Florida, así como una empresa de carga del condado de Miami Dade. En la trampa cayeron también corporaciones de Nueva York, Connecticut, Texas, Minnesota, Arizona y California.
"Este esfuerzo amplio y efectivo del gobierno ha dislocado una círculo letal internacional que buscaba hacer daño a las fuerzas estadounidenses y aliadas así como a civiles inocentes, con la adquisición de alta tecnología de Estados Unidos que tiene la capacidad de producir artefactos explosivos similares a aquellos que se han usado en Irak y Afganistán'', dijo Mario Mancuso, subsecretario de Comercio para Industria y Seguridad.
El caso se derivó de una imputación previa contra Mayrow General Trading, una compañía con sede en Dubai acusada de desviar bienes de Estados Unidos a Irán.
Algunas de las empresas acusadas el miércoles tienen vínculos con seis entidades del gobierno iraní que fueron incluidas el mismo día en la lista de empresas y personas designadas del Departamento del Tesoro por violación del embargo.
Las firmas vetadas por Estados Unidos son: Iran Electronics Industries, Shirac Electronics Industries, Iran Communication Industries, Iran Manufacturing Industrial Company, Farasakht Industries, Armament Industries, todas vinculadas al Ministerio de Defensa y Fuerzas Armadas de Irán, organismo que ya había sido incluido en la misma lista en octubre del año pasado.
Los acusados el miércoles son los iraníes Ali Akbar Yahya, gerente general de Mayro, naturalizado en Inglaterra; Farshid Gillardian, (naturalizado en Inglaterra); Majid Seif (reside en Malasia); Bahman Ghandi; F.N. Yaghmael y Ahmad Rahzad.
También fueron imputados el director ejecutivo de Eco Biochem, residente en Malasia; Kaam Chee Mun y Djamshid Nezhad, operador de la firma Nezhad, residente en Alemania.
Ninguno de los acusados fue arrestado pero el gobierno de Estados Unidos pedirá su extradición, informó Acosta.
Las empresas involucradas en la transferencia ilegal de tecnología son Mayrow General Trading, Atlinx Electronics, Micatic General Trading, Madjico Micro Electronics, también conocida como MME, y Al Faris, todas de Dubai; Neda Industrial Group, con sede en Irán; Eco Biochem Sdn BHD y Vast Solution Sdn BHD, con domicilio en Malasia.
Algunas empresas de la Florida fueron engañadas para que vendieran componentes electrónicos de aplicación militar que terminaron en poder de Irán y probablemente fueron usados en explosivos contra las fuerzas de Estados Unidos en Irak, según se desprende de una acusación revelada el miércoles en Miami.
La acusación formuló cargos a ocho personas y ocho corporaciones basadas en Irán, Emiratos Arabes Unidos y Malasia por diferentes violaciones a las leyes de embargo de Estados Unidos y falsedad en testimonio.
"Esta es una llamada de alerta a los fabricantes de Estados Unidos'', advirtió el fiscal del distrito sur de la Florida, Alexander Acosta en una rueda de prensa. "No se pueden hacer ganancias a expensas de la seguridad de nuestros soldados en el exterior'', agregó.
Entre los productos exportados ilegalmente se encuentran dispositivos "duales'', es decir, de uso militar y comercial, tales como microcontroladores, circuitos integrados de varios tipos, chips, microprocesadores y GPS o sistema de posicionamiento global. Algunos de los dispositivos servían como detonadores de artefactos explosivos improvisados con los que han sido atacadas las tropas estadounidenses en Irak.
"Todos estos elementos tienen aplicaciones militares potenciales que incluyen la de ser usados como componentes de instrumentos explosivos'', explicó Acosta.
El fiscal mostró el miércoles un microcontrolador con un código numérico que indica que fue fabricado en Estados Unidos y que fue hallado en un explosivo utilizado en Irak, pero el funcionario se abstuvo de ligar ese hallazgo con algunas de las firmas mencionadas en la acusación.
De acuerdo con la acusación, los documentos de exportación eran alterados con el objeto de ocultar el destino final de los productos indicando un país con el que no existen prohibiciones comerciales de seguridad. En cuestión de dos o tres semanas los productos llegaban a un país intermediario como Emiratos Arabes Unidos o Egipto y de allí eran despachados a Irán. Los nombres de las empresas engañadas en Estados Unidos no fueron revelados.
De acuerdo con el pliego de cargos una de las operaciones en la Florida se realizó de la siguiente manera: el acusado F.N. Yaghmael envió una orden de compra de 497 reóstatos a una compañía de Tamarac, Florida a principios de abril de 2004.
La solicitud fue hecha en nombre de la empresa Majidco, con sede en Dubai, Emiratos Arabes, que también fue encausada. Los 497 dispositivos fueron enviados el 6 de abril a Dubai y en cinco semanas el pedido ya estaba en Irán.
Esta operación se repitió con firmas suplidoras en Largo, Florida, así como una empresa de carga del condado de Miami Dade. En la trampa cayeron también corporaciones de Nueva York, Connecticut, Texas, Minnesota, Arizona y California.
"Este esfuerzo amplio y efectivo del gobierno ha dislocado una círculo letal internacional que buscaba hacer daño a las fuerzas estadounidenses y aliadas así como a civiles inocentes, con la adquisición de alta tecnología de Estados Unidos que tiene la capacidad de producir artefactos explosivos similares a aquellos que se han usado en Irak y Afganistán'', dijo Mario Mancuso, subsecretario de Comercio para Industria y Seguridad.
El caso se derivó de una imputación previa contra Mayrow General Trading, una compañía con sede en Dubai acusada de desviar bienes de Estados Unidos a Irán.
Algunas de las empresas acusadas el miércoles tienen vínculos con seis entidades del gobierno iraní que fueron incluidas el mismo día en la lista de empresas y personas designadas del Departamento del Tesoro por violación del embargo.
Las firmas vetadas por Estados Unidos son: Iran Electronics Industries, Shirac Electronics Industries, Iran Communication Industries, Iran Manufacturing Industrial Company, Farasakht Industries, Armament Industries, todas vinculadas al Ministerio de Defensa y Fuerzas Armadas de Irán, organismo que ya había sido incluido en la misma lista en octubre del año pasado.
Los acusados el miércoles son los iraníes Ali Akbar Yahya, gerente general de Mayro, naturalizado en Inglaterra; Farshid Gillardian, (naturalizado en Inglaterra); Majid Seif (reside en Malasia); Bahman Ghandi; F.N. Yaghmael y Ahmad Rahzad.
También fueron imputados el director ejecutivo de Eco Biochem, residente en Malasia; Kaam Chee Mun y Djamshid Nezhad, operador de la firma Nezhad, residente en Alemania.
Ninguno de los acusados fue arrestado pero el gobierno de Estados Unidos pedirá su extradición, informó Acosta.
Las empresas involucradas en la transferencia ilegal de tecnología son Mayrow General Trading, Atlinx Electronics, Micatic General Trading, Madjico Micro Electronics, también conocida como MME, y Al Faris, todas de Dubai; Neda Industrial Group, con sede en Irán; Eco Biochem Sdn BHD y Vast Solution Sdn BHD, con domicilio en Malasia.
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